- Edgar, ¿Cómo invertir en renta variable durante un periodo inflacionario?
La respuesta a esta pregunta que me hicieron hace pocos días no se antoja fácil, pero tampoco imposible.
¿Qué estilos de inversión y sectores para invertir le pueden hacer frente a la inflación?
En épocas de alta inflación e incertidumbre, los inversionistas suelen redefinir su cartera de valores y apretar las tuercas a su gestión patrimonial. Históricamente, en periodos de donde la inflación le roba al sueño a los inversores de largo plazo, los sectores de consumo discrecional y energía han sido un remanso de retornos.
Durante los periodos donde los precios suben de forma estructural, las compañías pertenecientes a los sectores de energía y materiales se relacionan con materias primas. Como resultado los precios de sus productos tienen incrementos ligados a la inflación.
¿Qué estilo de inversión acomoda a los inversionistas durante etapas inflacionarias? Siempre es un punto a debatir, pero en mi opinión los inversores de momentum (debido a que esta estrategia se basa en la persistencia de las fuerzas que rigen los mercados y que por tanto, los valores que más suben, seguirán subiendo), value (por las fortalezas de largo plazo de este estilo de inversión) y de calidad (compañías con márgenes altos de beneficios, elevados retornos sobre capital, deuda razonable y ventajas competitivas que permitirán mantener y aumentar los beneficios futuros).
Este episodio de inflación que estamos atravesando parece tener diferenciadores versus las etapas inflacionarias de otros ciclos económicos. La epidemia que luchamos por derrotar desde hace casi 3 años ha alterado la eficiencia de las cadenas de suministro globales, a lo que se suma el choque en la oferta de energéticos, fertilizantes y cereales por el conflicto entre Rusia y Ucrania y cambios en la dinámica de las relaciones laborales que provocaron inflación en los salarios. Como resultado la inflación es estructural, globalizada y persistente.
La renta variable históricamente supera a los activos de deuda y a la inflación, en algunas economías como la mexicana, las herramientas de política monetaria suelen tener márgenes de maniobra para aumentar la tasa de interés y obtener rentabilidades reales positivas. Es el caso actual, pero si bien es cierto, la renta variable tiene periodos de rentabilidades negativas en el corto plazo, los retornos acumulados de largo plazo son una buena protección contra la inflación.
En cada sector existen empresas que se sitúan mejor posicionadas versus otras para subir sus precios y transmitir los precios finales a sus consumidores. Los gestores e inversionistas las pueden identificar a través de los cambios que esas compañías tienen en sus márgenes de beneficios y ventas.
Cada compañía, incluso de un mismo sector, puede responder de forma diferente a este entorno, algunas empresas a pesar de sus buenos resultados simplemente no han podido contrarrestar el tobogán del bear market en 2022. La cautela siempre premia en un entorno de incertidumbre y es posible estructurar las carteras de valores utilizando los estilos de inversión y sectores que mejor se adapten a este entorno.