Hace algunas semanas, para ser más preciso en junio decidí abrir mi cuenta en un Exchange para adquirir algunas criptodivisas.
¿Por qué la prisa de tener criptodivisas?
El ejercicio intelectual y formativo me parecía necesario para dar una opinión con un conocimiento teórico y también práctico sobre este tipo de activos. La apertura de la cuenta me pareció más que eficiente. Esa parte es algo que en muchas instituciones del mercado de valores regulado no existe, vamos, no tardé ni 15 minutos en tener mi cuenta CLABE para poder hacer la transferencia inicial.
Pocos días después al igual que el resto del mundo veía que el precio del Bitcoin iniciaba un descenso en un tobogán. Fue entonces que reflexioné si debía o no fondear la cuenta, mi intención desde que abrí la cuenta era comprar Bitocins, únicamente esa criptodivisa. Soy un inversor y gestor de activos que lleva 20 años en el medio financiero, estoy acostumbrado a ver aparecer nuevos activos de inversión. Hace años llegaron a México los primeros ETF´s, el Sistema Internacional de Cotizaciones también nació frente mis ojos y múltiples activos novedosos como las FIBRAS, CKD´s, SPACS o productos apalancados o inversos pasaron de ser una novedad a un producto financiero más.
Pero no fue sencillo que esos activos evolucionaran. Mi primera reflexión fue que el camino para que un activo de inversión se democratice es largo, hoy en día el 0.35% de la población en México compra un activo bursátil y el mercado de valores mexicano lleva más de 100 años de existir, el oro tardó milenios en que pasara de ser un metal de fines estéticos a un ser parte de un patrón monetario; la idea de John Law para que el papel moneda se generalizase en todo el mundo tardó más 200 años en implantarse a lo largo y ancho del planeta.
¿Por qué la prisa en que las criptodivisas reformen el sistema financiero mundial? Mi primera impresión es que como cualquier sistema nuevo existen personas que tienen una filosofía muy clara y abogan porque sus ideas sean escuchadas y seguidas, otros tantos, creo que son la mayoría, lo hacen con la finalidad de tener un beneficio económico.
Las criptodivisas tienen un camino largo y lleno de escollos. En particular en México las personas tienen una dinámica muy tradicional para manejar su dinero. Las historias de alguien que al fallecer dejó una fortuna de billetes inservibles acumulados a lo largo de las décadas abajo del colchón siguen siendo más reales que mitos urbanos, ¿Cómo convencer a esas personas que es eficiente tener su patrimonio en algo que ni siquiera tiene un marco legal?, parece tarea muy difícil, no imposible, por eso reitero mi pregunta ¿Cuál es la prisa?, las divisas electrónicas y su implantación a diferencia del patrón monetario existente o todos los anteriores que dependieron de la centralización del Estado, serán implantados por la sociedad en un ejercicio de convencimiento y conveniencia, no de rebeldía, como muchos maximalistas lo plantean.
No hay prisa, me dije a mi mismo antes de fondear mi Exchange, pasarán muchas décadas y ninguna criptodivisa dominará la cumbre evolutiva de los patrones monetarios, es probable que eso ocurra, pero estoy convencido que no lo veré.