¿A principios de este año tú sabías que para mediados de mayo el mundo estaría en una situación de confinamiento? El día de ayer estaba observando un video sobre un pequeño perro mecánico que patrulla los parques en Singapur para que los humanos mantengan una sana distancia, las escenas me remitieron a Black Mirror. Lo cierto es que el mundo se ha puesto distópico en estas semanas. Al parecer, regresar a la normalidad, no será la normalidad que conocíamos.
Una crisis anormal. Una recuperación anormal.
La recesión en la que el mundo se está hundiendo no es una recesión como las que antecedieron a lo largo de la historia, no es una recesión normal. Las crisis económicas son el resultado de desequilibrios en la economía y la recuperación hacia la normalidad tiene un camino muy estándar. A diferencia de las crisis anteriores esta, ha sido inducida por los Estados, la fuente de riqueza: el trabajo, ha sido sacrificado en aras de la vida. La decisión no ha sido fácil, pero ha sido valiente y tal vez sea la única que se tenía en un escenario donde la pared y la espada tenían un margen muy pequeño. Como resultado, la recuperación podría ser muy diferente a la de todas las recesiones diferentes.
Por ejemplo, China ha mostrado evidencia de diferentes comportamientos de los consumidores en su proceso de recuperación. El turismo interno ha sido muy fuerte y eso es interesante porque viajar es una muestra de que el empleo se está recuperando y de que existe confianza ante los riesgos de la salud. Aún existe retraso en el consumo, y con los ahorros forzados por el confinamiento, la confianza será parte crucial para la recuperación de la economía.
En esencia cada país, región, comunidad, sociedad tendrá un proceso diferente en su reinserción a la normalidad. No es muy claro cómo será el proceso de recuperación y durante los próximos meses y tal vez años deberemos de tomar nota y aprender de lo sucedido.