Turquía concentra casi 72 millones de habitantes en su territorio, que por cierto está en medio de dos continentes, no es un país del que conozcamos mucho en México, recientemente lo que más se escuchaba de él eran las telenovelas que están llegando desde tierras otomanas.
Lo que menos esperábamos que llegara desde Europa Oriental es una crisis local que desde muy lejos ha golpeado al peso. A esto se suman los caprichos arancelarios que Donald Trump tiene, y lo inquietante es que el pleito no es con uno, agarró parejo: Recientemente los desencuentros comerciales con China, Irán, Rusia y Turquía le han metido nervios a los inversionistas globales, pero como decía Jack el destripador: “Vámonos por partes”.
Turquía le mete nerviosismo a los mercados. ¿Esta película ya la vimos?
Durante los últimos 15 días las tensiones diplomáticas entre EEUU y Turquía ha sido un foco de atención, las relaciones se tensaron desde que EEUU permitió a Fethulahh Gülen tener asilo político y no es por algo menor, esta persona es considerada en Turquía como un traidor que fue parte de un golpe de Estado el año pasado, el clavo en el ataúd fue la detención en Estados Unidos de un sacerdote norteamericano con lo que Estados Unidos reaccionó al sancionar a dos ministros turcos, además de imponer sanciones arancelarias al acero (50%) y al aluminio (20%) proveniente de Turquía. Todo lo anterior se suma a la frágil economía turca, la presión sobre los bonos turcos y la depreciación de su moneda local han generado más incertidumbre entre los inversionistas globales.
¿Esta película ya la vimos? Parece ser que sí, el Banco Central Europeo ha señalado que bancos europeos están expuestos a bonos emitidos por Turquía, existen analistas que creen que el riesgo de impago de Turquía es similar, o incluso, superior al de Grecia que durante años fue el principal bache en la confianza de los inversionistas en Europa, durante mucho tiempo la relativa estabilidad de Turquía robusteció con deuda turca los portafolios de inversión focalizados en mercados emergentes, Turquía no es Grecia, los turcos tienen la economía número 15 del mundo. Los datos son inquietantes: En Turquía, casi el 50% de los depósitos bancarios están valuados en dólares americanos, es decir, los mismos ciudadanos turcos no confían en su moneda local.
Turquía es un contrapeso natural entre Europa y Asia, ambos continentes forman parte de la geografía turca, sus gobernantes no han contenido de forma rápida los principales temas de preocupación entre los inversionistas, el Presidente Erdogan hizo cambios en las leyes con las que retiró de su cargo al encargado de su banco central, además configuró un paquete fiscal para fortalecer la independencia monetaria y han sido muy enfáticos en mencionar que no incautarán los depósitos bancarios (tal como sucedió en Argentina), estas noticias le han permitido sacar la cabeza del agua, pero la bocanada de aire es limitada.
Turquía es un riesgo geográfico con impacto mundial, nuestro peso lo resintió y los turcos siguen estructurando medidas para que la confianza regrese, mientras tanto la volatilidad será el pan nuestro de cada día. Por el momento el tipo de cambio se ubica por arriba de los $19 pesos esperando información sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio.
