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Las noticias de países emproblemados llegan desde diferentes frentes. Hagamos un poco de memoria. A tan sólo unos meses de iniciarse el mundial de futbol organizado por Brasil en el año 2014 se empezaba a vislumbrar un entorno preocupante, Brasil el gigante de América, parte fundamental de los llamados “BRICS” tenía serios problemas económicos. Manifestaciones multitudinarias sacudían a los inversionistas quienes años antes veían con ojos de amor al país más poblado de Latinoamérica. Actualmente Brasil sigue sumergido en una crisis económica y política, pero no es el único, Argentina y Turquía le acompañan, en este contexto, ¿Deberíamos de preocuparnos por un contagio entre los países emergentes entre los cuales se encuentra México?

 

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¿Argentina, Brasil y Turquía pueden contagiar a México?

 

Para entender qué tan vulnerable se encuentra México es necesario revisar cuánto es lo que le vendemos al extranjero y cuánto es lo que compramos del exterior, ¿Por qué?, El grueso de los países con problemas económicos tienen una frágil balanza de pagos. por lo que “destriparemos” los últimos datos disponibles del registro contable de nuestra balanza comercial con el extranjero.

 

Actualmente México tiene un déficit de cuenta corriente (importamos más de lo que exportamos) del 1.3% del PIB versus un 0.6% que tenía a inicios del 2017, ¿Esto es inquietante? No necesariamente vender menos de lo que compramos es un argumento de que las cosas caminan mal. Existen algunos especialistas que consideran que un déficit es problemático cuando supera el 3% respecto al Producto Interno Bruto y también cuando los déficits son resultado de una sobrevaluación de la moneda local. En el primer caso, es común que estos déficits sean producto de malos manejos de las finanzas públicas (principalmente cuando los gobiernos gastan más de lo que reciben) y de sobreendeudamientos estatales que suelen superar el 60% del PIB; En este punto debemos detenernos, hace poco más de un año el caso México fue revisado por las principales calificadoras a nivel internacional ¿Por qué? Porque su nivel de endeudamiento empezaba a acercarse a niveles poco recomendables, el nivel de endeudamiento disminuyó y actualmente ronda en un 44%. Por lo tanto, el déficit de cuenta corriente no es motivo para que México pudiera contaminarse de la crisis que actualmente viven otros países… a menos que la relación comercial con Estados Unidos se fracturara, lo que por el momento es poco probable.

 

En el caso de la Inversión Extranjera Directa, ésta tuvo un saldo favorable que alcanzó casi 727 millones de dólares durante el segundo cuarto de 2018, incluso el periodo electoral no la detuvo, puesto que existió un incremento de casi un 6% versus el mismo trimestre del año anterior. La confianza en la solidez de las finanzas públicas mexicanas es evidente a través de este dato. La inversión directa ha generado empleos, que a su vez han generado consumo, es decir, existe un circulo virtuoso que este dinero está generando en el corto y largo plazo: Este dinero a diferencia de la inversión en Cartera (inversión que adquiere títulos y que puede irse en cualquier momento) se mantendrá. Es muy difícil que una fábrica se instale y luego decida irse en un pestañeo. En el mismo contexto, la inversión en capital durante el segundo trimestre de este año alcanzó 690 millones de dólares que representa un aumento de 28.5% versus el primer trimestre, ¿Salió dinero del país? Sí, también ha salido (569 USD millones), pero ha sido menos de lo que ha ingresado. Por el momento los especuladores siguen confiando en México.

 

Aunque el dato trimestral de Inversión Extranjera Directa ha sido bueno, durante todo el 2018 los datos demuestran que ha habido una desaceleración contra el mismo periodo del año anterior, esto probablemente tiene como raíz la incertidumbre en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Aunque parece que se han librado los escollos más pantanosos de esta larga negociación comercial, aun existen riesgos asociados a la falta de acuerdos con Canadá. Los riesgos actuales para México, son inherentes a choques externos, donde nuestra relación con Estados Unidos jugará un papel fundamental, mientras la economía norteamericana siga creciendo con seguridad nos seguirá empujando. La relación comercial que existe con los países en crisis es muy limitada, salvo Brasil que es el país en Sudamerica donde México tiene inversión directa muy robusta, el comercio con Argentina y Turquía es casi nula.

 

Donde las autoridades deberán tener focalizados los reflectores será en dos puntos: El tipo de cambio y la inflación, en relación al segundo punto, el último dato fue poco halagador, la información más reciente muestra que la inflación general durante 2018 ha alcanzado el 4.90% lo que provocará que el Banco de México aumente su tasa de interés en los próximas semanas. El Banco Central deberá estar muy atento a controlar la inflación, muchas de los momentos más tormentosos de la historia económica de México tuvieron que ver con inflaciones fuera de control. Durante los próximos años el nuevo gobierno deberá de ser muy disciplinado con su política monetaria: Ahí está la vacuna contra cualquier contagio. Mantener unas finanzas públicas sanas será la única forma en que el riesgo de contagio de la enfermedad llamada crisis se pueda minimizar.

 

 

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