Un pequeño niño sirio que huyendo del horror del cataclismo en el que lleva viviendo toda su vida, decide hacerse a la mar solamente para terminar ahogado y arrojado boca abajo en las arenas de un continente diferente al suyo. Esta es una de tantas historias de horror a las que nos hemos acostumbrado sin más remedio porque es la verdad de nuestro mundo, pero detrás de estos deshumanizadores relatos existe la frialdad de la aritmética primaria que nos muestra que aunque una bomba no haya caído en el traspatio de nuestra casa, si malbarata cada día de nuestra vida.
Los números son absurdos. Estados Unidos gasta más en su programa de defensa que cualquier otro país del mundo. La diferencia entre los norteamericanos y el resto de los países es abismal: Sus gastos militares en el 2014 sumaron los de los siguientes siete países juntos (China 216 mil millones, Rusia 85 mil, Arabia Saudita 81 mil, Francia 62 mil, Reino Unido 61 mil, India 50 mil y Alemania 46 mil), en ese mismo año el total de gasto militar estadounidense fue de 610,000 millones de dólares. De este listado, los mayores exportadores de armas son (en orden de ventas): Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia y Alemania. Parafraseando al genial Eduardo Galeano: “
Las 5 potencias que velan por la paz son las principales productoras de armas, quienes hacen el negocio de la guerra se ocupan de la paz en este mundo que está patas arriba.
En este planeta que se empeña en caminar del brazo con la locura se estima que existe un arsenal de 639,000,000 armas de fuego, lo que supone la barbaridad de una arma por cada diez personas. De esa cantidad de armas hay algunas que son capaces de reducir toda la vida en la Tierra a un imperio de cucarachas. Según algunos especialistas existen aproximadamente 15,697 cabezas nucleares, de las cuales la mayoría están en Rusia: 7,500 cabezas atómicas, seguido de cerca por Estados Unidos con 7,100.
Fantasear con la posibilidad de desaparecer el hambre del planeta es una realidad tangible: las 650 millones de personas que en este instante sufren de esta infamia podrían alcanzar los nutrientes mínimos necesarios de manera sostenida hasta la erradicación del hambre entre la humanidad con la inversión, de acuerdo a la ONU, de $116 mil millones de dólares anuales, que representa el 19% de lo que Estados Unidos gasta cada año en armamento.
La pobreza y las carencias educativas llevan un camino paralelo. Pero el mundo pudo haber reducido a la mitad la tasa de analfabetismo si se hubiera asignado, (de acuerdo al Foro Mundial sobre la Educación de Dakar en el 2010), una cantidad de 26,000 mil millones de dólares repartidos entre 10 años para este fin. En términos bélicos, esto habría significado que el analfabetismo se habría reducido un 50% si se hubiera desembolsado la cantidad necesaria para construir dos portaaviones USS Gerald R. Ford que es el más costoso de la historia y del cual la Marina norteamericana recibirá uno este año por un precio superior a los 13 mil millones de dólares.
Una mejor vida para ti y el resto de la humanidad, estaría a nuestro alcance, si no fuera por la necedad de algunos cuantos que se empeñan en malbaratar tu vida por ganar una carrera que tiene como meta el precipicio. No importa quién gasta más en la industria de la muerte, en esa carrera, todos perdemos.