Hace 365 días las FIBRAS tenían un panorama completamente diferente al actual. Los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (FIBRAS) atravesaban un excelente momento. El combustible de este crecimiento eran los recortes que Banco de México le hacía a la tasa de interés objetivo de corto plazo. Como resultado estos instrumentos de inversión tenía una deuda financieramente mas ligera y los inversionistas buscaban opciones para diversificarse buscando un mejor rendimiento… pero llego 2020.
¿Qué está pasando con las FIBRAS en este entorno?
Las FIBRAS son instrumentos que se desenvuelven en el mercado de capitales, donde desarrollan portafolios de bienes raíces y operan inmuebles. Como resultado de la epidemia de Covid 19 este sector ha tenido fuertes afectaciones. Los arrendatarios están enfrentando un choque de proporciones no vistas antes. El paro de la actividad industrial ha provocado que muchos inquilinos simplemente ya no tengan recursos para pagar sus rentas.
Las FIBRAS se han distinguido por ser muy activas al adquirir propiedades como parte de sus portafolios de bienes raíces. En los próximos meses esto se detendrá. La estrategia de los fideicomisos ponderará mantener bien gestionado su efectivo. La gestión financiera responsable se pondrá por arriba de los planes de expansión.
La cautela se ha vuelto el común denominador de la mayoría de empresas. Las FIBRAS no cantan mal las rancheras. La liquidez será prioridad y el utilizar líneas de crédito para afrontar pasivos de corto plazo también se volverá una opción. En este contexto, las FIBRAS que tienen su línea de negocio en propiedades industriales serán menos afectadas que otros fideicomisos que se enfocan en sectores como el comercial y el de hotelería.
El sector ha crecido por muchos años, ha sido uno de los de mayor empuje en el mercado de valores mexicano y esta fortaleza acumulada por años podría ser lo que la mantenga a flote en este momento de crisis.