Cuando mi primer hijo llegó al mundo hace casi 15 años, de forma inmediata se incubó una inquietud en mi mente: Su educación.
Si eres padre o mamá sabes que las primeras preocupaciones económicas que tienes que cubrir serán pañales, comida y salud del recién nacido, aunque tienes que ver el futuro y más rápido de lo que te imaginas los pequeñines se convertirán en jóvenes universitarios y, en consecuencia, habrá que proporcionarles las mejores herramientas para enfrentar un mundo en constante transformación que exige ser competitivos en cualquier ámbito laboral. Por eso, actualmente para los padres se ha convertido en una prioridad el crear una estrategia financiera para brindarles a los hijos la mejor educación, es decir, la mejor inversión del mundo.
La educación es la mejor inversión del mundo.
Para este fin es indispensable diseñar una estrategia en la que se defina un horizonte de inversión muy claro, por ejemplo, si tu hijo tiene 1 año, es obvio que tu horizonte para invertir es el largo plazo, pero si deseas empezar a ahorrar para su educación cuando el futuro estudiante universitario ya está empezando la preparatoria, entonces tu horizonte cambia drásticamente y puedes definir que es el mediano plazo se ajusta mejor a tu estrategia para invertir. Lo ideal, es empezar esta inversión con el nacimiento de los pequeños.
Pensar con holgura de tiempo en solventar la educación universitaria de los hijos deberá incluir la creación de una estrategia de inversión exclusivamente para este objetivo. ¿Por qué debe ser un tema dentro del ahorro familiar?, en México existen universidades en donde los costos pueden superar los $200 mil pesos anuales.
A pesar de esto, la mayoría de los grupos financieros dedican pocos esfuerzos a diseñar productos y brindar información para cubrir esta necesidad.
La mayoría de las instituciones financieras que cubren este tipo de necesidades lo hacen a través de seguros, lo cual es una opción, pero también existen otro tipo de inversiones, principalmente a través de casas de bolsa u operadoras y distribuidoras de fondos de inversión.
Una estrategia de inversión educativa puede tener varias ventajas, una de ellas es la diversificación, sobre todo en instrumentos que permiten capitalizar oportunidades, como movimientos en el tipo de cambio o caídas en los índices accionarios, esto significa que con un plazo suficientemente largo (de preferencia mayor a 3 años) se puede diseñar una estrategia muy rentable en la que se vayan incorporando o desincorporando diferentes activos de inversión y un experto te ayude a gestionarlos dependiendo de los diferentes ciclos que tiene la economía.
“El tiempo lo resuelve todo”, y en inversiones también se aplica esta frase. Si tienes miedo de invertir las futuras colegiaturas universitarias de tu hijo en acciones piensa que en los últimos 10 años la mejor inversión ha sido la Bolsa de Valores a pesar de toda volatilidad de los últimos tiempos (incluso muy por arriba de los Dólares). Si vas a usar este dinero dentro de 18 años reflexiona ¿Por qué habrías de invertir todo en un pagaré o en Cetes a 28 días?, es aquí donde tu asesor de inversiones deberá acordar contigo las proporciones que tu inversión deberá tener para una correcta diversificación, por ejemplo, una estrategia en estos días podría tener algo de la Bolsa Mexicana de Valores, un poco en índices accionarios estadounidenses y una pequeña proporción en bolsas europeas.
Tu inversión irá de la mano de la economía de México, de Estados Unidos y de Europa y puedes estar tranquilo: en 18 años esta inversión le rendirá buenos frutos a tu hijo.
Para cosechar estos frutos necesitas una semilla: es el capital de arranque, no hay cantidad pequeña para este fin: Todo suma, eso sí, la cantidad final dependerá mucho del tiempo y la capacidad de ahorro de cada familia.
La mayoría de los inversionistas que yo conozco con este tipo de portafolios educativos realizan aportaciones mensuales que van desde los $1,000 hasta los $6,000 y los capitales semilla empezaron desde los $10,000 hasta los $250,000. Cada inversionista tuvo características diferentes pero una sola visión: Darle a sus hijos la mejor educación posible.
No es sencillo pagar una carrera universitaria, pero alguna vez leí un plumazo genial a Derek Bok, ex presidente de la Universidad de Havard, que decía: “Si usted cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”.
Twitter: @garoarenas