Estamos a inicio de junio donde tenemos una tasa de interés de 7%. Banco de México ha decidido extinguir las llamas de la inflación con una herramienta que podría ser útil en casi todas las circunstancias: Aumentar la tasa de interés.
¿Banco de México aumentará 75 puntos base la tasa en junio? Hay argumentos a favor
La decisión que Banxico tomará el 23 de junio en su reunión de política monetaria depende de la evolución de la inflación. El banco central ha tenido un discurso firme asegurando que lo importante es enviar una señal donde se priorice el control de los precios. Si esto es correcto, no deberá tener empacho en ir más allá de la línea de 50 puntos base.
Los aumentos en la tasa que ha realizado durante las últimas 4 ocasiones han sido de 50 pts. y el sistema financiero ha visto con buenos ojos este ejercicio de política monetaria. Esto ha generado confianza entre los miembros de la junta de gobierno donde la actual gobernadora Victoría Rodriguez afirmó “…que en caso de ser necesario, tener sobre la mesa un incremento superior a los que hemos estado teniendo”. No hubo sobresaltos ante estas declaraciones y esto es un voto de confianza para el banco central.
La inflación no remitirá de la noche a la mañana, el proceso será largo. De ninguna forma tendremos este año una inflación por abajo del 4% en México y la tasa de interés sigue siendo la única herramienta que el banco central tiene para hacerle frente a esta situación. Si bien es cierto, subir la tasa de interés en un entorno donde la inflación es importada es como ir a la guerra con un cuchillo, no hay mucho más que hacer, peor sería quedarse de brazos cruzados.
La disciplina y la firmeza son dos cosas que le gustan a los mercados financieros. Estas dos virtudes han sido desenfundadas por el Banco de México en su gestión de política monetaria, no hay nada que recriminarle. Un aumento de 75 puntos base tendrá la virtud de ser acogido con los brazos abiertos. Muy probablemente este escenario tendrá el impulso de acerca la tasa de fondeo gubernamental por arriba del 9% para finales de este año.
Con este entorno sigo ponderando la gestión de bonos de corto plazo. Los fondos de inversión de deuda gubernamental viven sus mejores momentos en los últimos años. Contratar plazos fijos o productos con tasas de interés “topadas” no es una idea que maximice la rentabilidad. La ilusión de tener un retorno asegurado se diluye por los constantes incrementos y lo robusto que están siendo los aumentos de la tasa.
Les deseo felices inversiones.