Estaba corriendo en la elíptica, suelo hacerlo en la noche y en esta época de enclaustramiento ha sido muy benéfico para mantener la fuerza física y mental. En esos minutos suelo revisar mi twitter. En eso estaba cuando revisé un número que no entendí, disminuí la marcha y traté de ver si yo estaba leyendo mal, el dato de solicitudes de desempleo en Estados Unidos me pareció que estaba mal escrito. Ingresé en Twitter una búsqueda con el concepto de solicitudes de desempleo y me encontré con un GIF que parecía una caricatura. El desempleo será el tema a tratar durante los próximos años, recuperar la cantidad de empleos destruidos en unas cuentas semanas podría tardar mucho tiempo.
Pérdida de empleos. Entre el optimismo y la tragedia.
La información sobre las solicitudes de desempleo en norteamerica han tenido un vuelto dramático. Muy probablemente la tasa de desempleo ha aumentado en Estados Unidos por arriba del 6 por ciento en los últimos 15 días, mientras que en Europa, una gran cantidad de personas con empleo, mantienen esquemas de “licencias”, es decir, “toman” días sin goce de sueldo. En ambos casos, el ingreso de las familias se vuelve cero, o en el mejor de los casos, están percibiendo un porcentaje de su sueldo, pero su ingreso ha disminuido.
En este punto, es importante definir que los conceptos de licencias y desempleo serán de vital importancia al momento de aportar datos para cuantificar la recesión en la que estamos involucrados. Porque aunque el trabajador no perciba un ingreso, sabe que cuando todo vuelva a la normalidad, tiene su trabajo garantizado. Lo difícil de esto, es cronometrar cuándo empezará la etapa de recuperación, que no iniciará hasta que la etapa de barreras físicas que impone el coronavirus haya cedido.
Cuando una empresa quiebra, los trabajadores pierden su trabajo y su ingreso, ante un cambio en la política gubernamental que estimulará todo lo necesario para generar confianza entre los consumidores, es poco probable que estos trabajadores gasten, generalmente pagan deudas, necesidades básicas y almacenan un poco de dinero, versus los trabajadores que aunque no están trabajando pero que tienen su trabajo asegurado o han visto disminuido su ingreso, estos últimos sí tienen confianza en poder gastar, se sienten arropados por un trabajo seguro.
El pesimismo no necesariamente tiene que ser catastrófico, si algunas empresas están cerrando por algunos meses, lo hacen para asegurar su supervivencia, y aunque hoy no pueden generar empleos, es probable que en mayo o junio tengan la capacidad de recontratar a la gente que despidieron. El pesimismo no es una tragedia, hay cabida para el optimismo.