El avance de la pandemia a nivel global del coronavirus, plantea varios retos para los que ningún Estado se había preparado. Uno de ellos es manejar la información de forma eficiente, con la única finalidad de anticipar los que viene. Lo anterior, parecería una de las cosas que menos debería de preocupar en un planeta en donde todos vivimos interconectados y la información debería abundar. El gran problema es que muchos de los datos existentes podrían ser cada vez menos confiables. Todos sabemos que el futuro de la economía global será complicado, pero no sabemos, con precisión, qué tal malo será.
Datos erroneos. Lo que puede provocar el Coronavirus
El hacer cálculos preciosos tratando de pronosticar en los próximos 12 meses cómo se comportará la economía es una tarea que luce muy difícil. Será complejo que lo que ocurra en el trimestre que está arrancando se repita en lo que resta del 2020. Pronosticar será cada vez más complejo en este entorno donde todos los días se suman múltiples factores que afectan a diferentes activos: tipos de cambio, tasas de interés, índices bursátiles, indicadores de empleo, inflación y crecimiento. Un muy largo etcétera.
La gran cantidad de datos económicos se fundamentan en las encuestas (PMI, sentimiento del consumidor, etc.) En ese entorno donde las restricciones físicas impiden el contacto entre las personas ¿Cómo completarlas de forma fidedigna? Imaginemos que quién responde la encuesta es alguien que no es la persona que habitualmente está en ese mismo cargo dentro de la empresa porque no se está presentando a trabajar por un plan de contingencia.
En la interconexión que nos tiene a todos atados a nuestro teléfono o dispositivo (en mi caso es mi twitter: @garoarenas) las redes sociales pueden afectar la percepción e infundir miedo, o bien, en algún momento podrían hacer sobre reaccionar la euforia de una efímera recuperación.
Existe la posibilidad de que el gasto de las personas se esté desviando hacia el consumo en línea a través de Alibaba o Amazon, este gasto puede seguir en lo alto, aún, después de que las restricciones físicas hayan concluido y en consecuencia que existan sesgos en la información oficial. La respuesta que muchos economistas buscaremos deberá ser en un entorno donde hacer minería de datos será una labor compleja. Elaborar un buen modelo de inversión con información errónea, significa que el resultado será erróneo.