Es una época sui géneris. La información se desborda con velocidad y existen temas que nacen en un instante sin parto previo. En un pestañeo estamos hablando de espías rusos, para luego corregir la mirada hacia Corea del Norte y un misil nuclear que nadie sabe con certeza si podrá atravesar el océano y en otro instante la corte mundial le hace juicio sumario a Facebook por vender nuestra intimidad digital. En medio de lo importante, lo intrascendente llena los vacíos: ¿Cómo llegó un mono capuchino a las Lomas?... ¡Y más aún! ¿Cómo diablos, se volvió tendencia informativa este hecho? Todo pasa tan rápido con la misma velocidad que los Tweets se escriben unos tras otros, todo fluye más rápido de lo que nos podemos enterar, más rápido de lo que podemos analizar con esmero. El pensador de Rodin, con su muñeca sosteniendo la quijada nos mira absorto, su figura esculpida en un eterno y sesudo análisis se ha avejentado, estamos en un punto donde la información ha rebasado, (En esta afirmación, sin temor a equivocarme) nuestra capacidad de análisis. Veamos ¿Cómo impacta la velocidad de la información en tus finanzas?
Los magos, finos trabajadores en las artes del engaño, dicen que el secreto está en hacer que las manos se desplacen más rápido de lo que la vista puede registrar. ¿Has pensado en el hecho de que con la velocidad de los acontecimientos has perdido de vista temas prioritarios? ¿Qué ha pasado con el caso Odebrecht y un posible acto de corrupción en Pemex?, No olvidemos que Petróleos Mexicanos sigue siendo la empresa más grande del país seguida de cerca por América Móvil de Carlos Slim. Un día por la mañana entre sorbos de café escuchamos las noticias que hablan del asalto en el semáforo por donde diario transitas hacia la oficina, el homicidio en la colonia de al lado, los secuestros en el municipio donde vive la tía que tanto quieres, y a los pocos minutos Trump se desdice afirmando que le pondrá más centímetros a su muro, el dólar sube para luego hacerse pedazos porque a medio día los Estados Unidos se han agarrado del chongo con 1,400 millones de chinos…. ¿Y la inseguridad? A claro, ¿Dónde quedó el costo de la violencia en México? De acuerdo a un artículo publicado en Rankia la inseguridad nacional nos cuesta 25 mil 130 pesos a cada uno de nosotros, es decir, el 18% del Producto Interno Bruto nacional, o lo que es lo mismo, 3.07 billones de pesos al año.
¿Cómo puede procesar todo este cumulo de información un analista financiero?, Es una buena pregunta que entre colegas nos tratamos de responder. La velocidad de reacción ante escenarios que cambian en un chasquido de dedos ha transformado la industria de las inversiones, actualmente las decisiones se delegan a equipos de gestores que las ejecutan, son un grupo de especialistas que absortos de foco a foco analizan las pantallas de sus computadoras interpretando datos. Estos gestores deciden qué activos comprar y vender, "fabrican" fondos de inversión, que hasta ahora han demostrado ser los vehículos más efectivos para darle pelea a la realidad. Muchos inversionistas que desean adquirir acciones en directo suelen tener una capacidad de reacción menos efectiva, sus promotores o asesores simplemente se ven rebasados por la cantidad de información, sólo en Estados Unidos existen casi 4,500 empresas cotizando en bolsas de valores y en el mundo son más de 43 mil empresas las que se pueden adquirir en el mercado de valores.
La cantidad de información que fluye desde diferentes trincheras impacta en cada una de estas empresas y en su entorno, ¿Quien lo habría imaginado? En fechas recientes leemos sobre la vendentta entre el Presidente del país más poderoso del mundo contra la segunda empresa más valiosa del planeta: Estados Unidos VS Amazon. Un choque de locomotoras. Toda esta información es una migraña hasta para una supercomputadora. Lo ideal es siempre estar diversificado, (La diversificación es el pilar sobre el que están construidos los fondos de inversión) hasta hoy no existe otra solución. También ayuda el maximizar el plazo de una inversión, esto diluye los periodos de volatilidad (Que se han vuelto más intensos en años recientes), los inversionistas que recién se inician suelen entender de forma más clara esto, procesan mejor los cambios y son flexibles. Pero no sólo los inversionistas se inquietan ante la vorágine informativa, la realidad, es que cada vez más tu dinero y su correcta gestión dependerá de que tan rápido reacciones ante los cambios. Un ejemplo es que muchas personas no se están enterando que las tasas de sus créditos está subiendo por las constantes alzas de la tasa de interés objetivo que ha tenido la Reserva Federal de EEUU y que provoca que en México el banco central también suba el costo del dinero. No hay formulas mágicas y todo parece indicar que en el futuro cercano veremos definiciones sobre otros temas prioritarios: Renegociación del TLCAN y las elecciones presidenciales ocuparan nuestros pensamientos.
La frase con la que inicia El Señor de los Anillos reza: “El mundo está cambiando”, verdad absoluta en una época donde las verdades duran lo que tardaste en leer este post.