El mes de febrero inició pies para arriba para los mercados globales. Las bolsas de valores en todo el mundo, aunque focalizádamente en Estados Unidos, registraron los primeros días de este mes niveles que las ubicaban en máximos históricos, y pocos días después, descalabros importantes que borraron toda ganancia acumulada del 2018. Entendamos ¿Por qué cayeron las bolsas de valores? y ¿Para dónde van los mercados?
¿Por qué cayeron las bolsas de valores?
Entre los inversionistas norteamericanos existe un sentimiento de inquietud sobre la inflación, existen motivos para pensar que el incremento en los precios podría elevarse más de lo esperado, adicionalmente a esto, existió el repunte en la tasa de interés del bono norteamericano a 10 años que el día 5 de febrero alcanzó un máximo desde al año 2014, llevando la tasa a 2.88%, aunque la inercia se ha detenido y se aproxima más a niveles de 2.70%. Este par de factores podrían explicar el movimiento abrupto que las bolsas registraron y que contaminaron a los mercados de capitales de todo el orbe.
La expectativa de aumento de los precios en Estados Unidos, son resultado del aumento en la tasa anual de suelos, es decir, en Estados Unidos están aumentando los salarios y esta es una buena noticia, lo anterior se evidenció en el último informe de empleo publicado el 2 de febrero. Los inversionistas le dan cause a este aumento en los salarios de una forma simple: Una inflación en aumento orillará a los bancos centrales a anticipar el retiro de estímulos monetarios, y en consecuencia, aumentará la posibilidad de elevar las tasas de interés. Así que en el futuro cercano se podrán ver en EEUU aumentos el costo de los créditos.
Las inquietudes sobre la inflación, (algo que no era un foco de atención hace algunos meses), motivó que desde semanas atrás los mercados de bonos hayan enfrentado presión. Aquí hay una oportunidad de inversión: Si las tasas de interés de los bonos de largo plazo siguen aumentando, estos títulos se podrían convertir en una opción atractiva y con menos exposición a riesgos versus los mercados de capitales.
La caída de las bolsas, fue proporcionalmente equivalente a su crecimiento, los mercados de valores norteamericanos tenían niveles que a ojos de los inversionistas ya eran “caros” y cualquier pretexto iba ser motivo suficiente para una corrección importante, no olvidemos que en poco más de 30 días las bolsas de valores estadounidenses arrojaron ganancias de más de 7%. En el caso de varios índices norteamericanos, el mes de enero arrojó ganancias que los analistas estimaban que se obtendrían a lo largo de todo el 2018.
Las malas noticias, tal vez no sean tan malas en los mercados de renta variable. La mayoría de datos fundamentales de la economía de Estados Unidos no son un sustento para pensar en que esta corrección del mercado de capitales pudiera ser el inicio de una desaceleración, el movimiento a la baja de los recientes días se explica más en la toma de utilidades y en una sobrerreacción, no olvidemos que los recientes reportes de las utilidades de las empresas listadas en las bolsas norteamericanas han sido positivos, los datos son sólidos: de 185 compañías que reportaron utilidades, el 80% superó las expectativas de los analistas.
Lo anterior, anticipa que las bolsas no presentarán un cambio de tendencia, todo indica que los mercados alcistas aún tienen cuerda. La recomendación es ser prudentes, las ventas de pánico son lo menos indicado en estos momentos, no hay datos que fundamenten más caídas y de las mismas proporciones, veremos volatilidad durante algunos días más y es probable que el mercado crezca durante 2018 a un ritmo menos intenso pero con mayor solidez, los mercados hoy son mucho más atractivos que hace una semana, a mí me gusta muchísimo más el S&P500 (Standard & Poors 500) en los actuales niveles de 2,692 puntos que en 2,872 que fue su pico el 26 de enero.
Vivimos en un mundo en donde las noticias buenas a veces provocan reacciones inesperadas, este fue el caso, no todo es tan bueno, ni tan malo. La valoración se tiene que construir en base a las oportunidades que se presentan y como las aprovechamos.