El año nuevo recibió al peso mexicano con una patada desde la tercera cuerda. Inició 2017 con su peor nivel histórico y todo indica que, al menos, durante el primer trimestre, seguirá registrando una intensa volatilidad.
En el último trimestre de 2016, el principal factor que impactó en la caída de la moneda nacional fue el triunfo de Donald Trump. Con el rubio “líder” a la cabeza del país dueño del 25% mundial del PIB, el planeta corre el riesgo de transformarse en un conjunto de naciones acorazadas en su producción y consumo interno que mirarán sobre sus hombros con recelo al inversionista y consumidor extranjero.
Este entorno que ha prevalecido durante las últimas semanas, y las señales de afianzar en la realidad sus propuestas de campaña le han puesto al peso mexicano un clavo en el zapato.
¿Perro que ladra no muerde?
El tono amenazante a través de redes sociales como Twitter hacia compañías automotrices dispararon el tipo de cambio a máximos históricos, hace unas semanas Ford atropelló al peso y en algunos instantes llegó a cotizar $21.60 por dólar spot.
En el futuro cercano, los inversionistas globales observarán a México con temor al considérarnos un país al que Donald Trump, le borró una palomita y le puso un tache. El comportamiento de nuestra moneda será tan inestable como el temperamento del presidente electo de EEUU, el temor que ronda en los mercados es que las amenazas hacia empresas norteamericanas con inversión en México pudieran ampliarse hacia otros sectores.
Lo anterior, amenaza con que el tipo de cambio pudiera seguirse deteriorando en los próximos dìas y ya vemos en el horizonte una fecha que cobra relevancia: 20 de enero de 2017.
El día del temblor.
En esta fecha el tono que utilizará para referirse hacia México podría marcar la agenda de los próximos años. Durante su toma de protesta cualquier referencia que haga a dos de sus pilares de campaña: renegociación o salida del TLCAN y construcción de un muro fronterizo pagado por México le encenderá la mecha al peso. Tal vez como nunca en la historia el peso se subirá en una montaña rusa. No sería sorprendente verlo varios centavos por arriba de $22 .
En ese día será muy importante la reacción que tengan las autoridades mexicanas, los directores de empresas extranjeras en México y de los organismos empresariales, durante las horas subsecuentes al discurso de Trump, los oídos y los ojos de los mexicanos se multiplicarán por muchas partes.
Hace algunos días, ante las declaraciones de Trump, le escuché decir a un ex presidente mexicano: “…uno es el político, otro el candidato y otro el Presidente”. El sentido del comentario iba en torno a que el futuro Presidente de EEUU podría suavizar su política contra México. El escenario aunque es poco probable, existe y en este contexto el dólar podría tomar una bocanada de aire que lo llevara a niveles inferiores de $21. Donald Trump, ya ha sorprendió con cambios en sus posturas.
Existen precedentes. Durante noviembre, cuando los resultados de la votación le favorecían, en su discurso de triunfo llamó a la unidad. Semanas antes, durante su visita a México, opinó que el TLCAN era útil y sólo necesitaba unas revisiones para mejorarlo.
Es imposible saber con anticipación cuándo ocurrirá un terremoto, aunque sabemos que siempre existe el riesgo de que ocurra uno. Así que la mejor manera de evitar un desastre mantenerse alerta y protegerse… aunque no está de más encomendarse a nuestro “santito” de cabecera pidiéndole que si tiembla, no tiemble muy fuerte.
Twitter: @garoarenas