"Ya eramos muchos y parió la Abuela".
Expresión popular.
Arrancó el año y con el 2017 empezó un esquema que ha venido a trastornar los precios y la opinión pública en México: Se eliminó el precio único en gasolinas que anteriormente fijaba el Estado y se otorgó a la iniciativa privada la posibilidad de que existan gasolineras que no sólo pertenecen a PEMEX. El concepto en su fe de bautismo por nombre tiene: Gasolinazo.
Normalmente, el gobierno ocupa la política de precios para fijar una estrategia fiscal y redistribuir de forma más eficiente la riqueza, con lo anterior, defiende el poder adquisitivo de la población con menores ingresos, aunque no siempre la teoría se aterriza en la práctica y estas políticas fallan. En México, el gobierno subsidiaba el precio de la gasolina y otros hidrocarburos (como el diésel) para frenar aumentos que impactaban al consumidor, en el caso de México este modelo ya era insostenible.
¿Qué pasó con la gasolina?
El formato de liberación de precios a las gasolinas es el resultado de la reforma energética que aprobó la administración de Enrique Peña Nieto, el actual gobierno ha insistido en que esta reforma (a diferencia de la reforma en telecomunicaciones) traerá impactos positivos en el largo plazo, aunque ya se dio el banderazo de salida al proceso de liberalización de precios que será gradual y por regiones, lo que no limitó el incremento inmediato del precio de la gasolina entre un 15% y un 20% en todo el país, simplemente porque los costos de importación y de logística ya no están siendo subsidiados por el gobierno.
¿De qué depende el precio actual de la gasolina?
La artimetica básica no pudo defender más el precio de los combustibles. Las cuentas ya no cuadraron. El aumento en el precio se debe a que durante el último año el peso mexicano tuvo una depreciación de 20% contra el dólar y el precio promedio de la gasolina en EEUU aumentó 10%. Aunque hay un punto importante, antes de este aumento, en Estados Unidos el precio de la gasolina era más barato en pesos un 11% de lo que costaba en México hasta el 31 de diciembre, sin incluir que el precio en nuestro vecino país del norte sigue estando 45% por debajo de lo que le costaba a un estadounidense durante la crisis económica que afrontaron en 2008.
¿Y entonces? La respuesta no está en el presente, sino en el pasado. Este aumento es consecuencia de una política energética fallida que México ha tenido en las últimas 7 décadas y que nos orilló a depender de la importación de gasolina. Desde hace 70 años nadie se preocupó por desarrollar infraestructura eficiente para refinar gasolina en México. Actualmente Pemex compra en el extranjero seis de cada 10 litros que nos revende (y el principal vendedor es Estados Unidos). Además, la bola de nieve se volvió avalancha. Desde el año 2004 el precio del petróleo comenzó a disminuir hasta un 50%, pero el gobierno no disminuyó el precio del hidrocarburo y pasó de subsidiarlo directamente a cobrar un impuesto por el diferencial. ¿Por qué hizo esto?, Porque con ese impuesto cubrió la baja de ingresos públicos relacionados con la producción y exportación de petróleo, en otras palabras, la gasolina se convirtió en un impuesto.
Entonces llegó el 2016, y el diferencial se fue disminuyendo con el aumento en el precio de la gasolina, el cual para este año lo fijarán en un porcentaje de impuesto llamado IEPS que será de más de un 20%. Es por eso que el precio de la gasolina en México será mucho más elevado que en Estados Unidos.
Pemex ha reiterado que durante los próximos años, cubrirá los requerimientos de gasolina de todos los mexicanos. La esperanza está sembrada en las inversiones extranjeras que traerá la reforma energética, pero no será inmediato, para que esto suceda podrían pasar años, nuestra autosuficiencia en gasolina provocará que dependamos menos de los precios internacionales y de los vaivenes del tipo de cambio, no hay garantía, pero si la reforma energética funciona, tal vez algún día la gasolina sea más barata en México que en Estados Unidos.
"Palo dado ni Dios lo quita".
La realidad es que en el corto plazo, los impactos en el consumidor serán negativos: No sólo tendremos afectaciones en nuestro ingreso cuando llenemos nuestro tanque, sino que se transmitirá en muchos productos y servicios que tienen que aumentar su precio para cubrir el alza en el costo del transporte.
La gasolina es la base de la pirámide de la mayoría de productos y servicios; El alza en su costo tendrá un efecto multiplicador en el precio de otros bienes. Con la depreciación del peso, los productores mexicanos han resentido una inflación mayor a la del consumidor final, debido a que el alza del dólar afectó el precio las materias primas (en México la mayoría de los insumos de muchas cadenas productivas son importados), además el alza que han tenido las tasas de interés ha elevado el costo de financiamiento. Otro clavo al ataúd es el incremento en los costos de producción por el alza en combustibles. Es un hecho que en los próximos meses las empresas transmitirán al consumidor final parte del aumento en sus costos. El resultado es frio: La inflación aumentará.
Aun no se publica el dato de la inflación en 2016 (rondará 3.50%), pero las posibilidades de que en 2017 llegue a 5.0% son muy altas. La estabilidad o falta de estabilidad en la inflación sigue siendo una cicatriz que a los mexicanos nos punza, las espirales inflacionarias de los ochenta y principios de los noventas más que un tema económico son un tópico de la cultura popular. Banco de México tiene tarea y no la tiene fácil. El Banco central tendrá el reto de no dejar que se infle el globo llamado inflación y desde hoy se puede apostar que durante los próximos años tendremos una política monetaria restrictiva, esto significa, que las tasas de interés seguirán subiendo. Si tienes una inversión en instrumentos de renta fija te tengo una buena noticia, tus rendimientos subirán; si estás por adquirir un crédito… bueno, piénsalo un poco.
Estamos parados en un punto del camino donde hay mucha neblina, el camino es cuesta arriba y no sabemos si adelante está lloviendo o el sol resplandece. Mi percepción es que lo peor que podemos hacer es quedarnos con los brazos cruzados esperando a que se disipen los nubarrones. En tus manos, en nuestras manos está sacar adelante esta travesía, el escenario actual dista muchísimo de parecerse a los oscuros años donde las frecuentes crisis se devoraron al país. La historia está de nuestro lado, México siempre demostró ser más fuerte que cualquier desavenencia económica.
Twitter: @garoarenas