¡Estas despedido!
No lo negaré. Disfrutaba esta frase cuando en el reallity show que Donald Trump encabezaba le llegaba el turno a algún aspirante que querìa a ser contratado por el magnate de cabellera rubia, pero las cosas se fueron transfigurando de una fantasía a una tortuosa realidad….El 16 de junio de 2015 Donald Trump, empresario, celebridad televisiva, hijo de inmigrantes alemanes, anunció su candidatura para la Presidencia de los Estados Unidos, por esos días más de uno pensamos que era una broma. Hoy, un día antes de lo que serán unas de las elecciones más competidas en la historia de Estados Unidos, este hombre de turbio pasado y negro futuro tiene muchas posibilidades de ser Presidente.
Un escenario donde Donald Trump gane las elecciones a la presidencia de Estados Unidos nos pone los cabellos de punta, más allá de la capacidad que tenga de llevar a cabo lo que ha prometido (Ningún economista serio da crédito a sus propuestas económicas), la incertidumbre que causaría su gestión podría provocar una caída de un 4.9% del PIB mexicano de acuerdo a diferentes estudios y análisis.
Esta caída principalmente sería consecuencia de la disminución en las exportaciones hacia los EEUU y en la caída del consumo privado de México.
Dentro de las propuestas de ese hombre que fincó su fortuna en un burdel construido por su abuelo, está la de retener remesas de los connacionales e imponer un impuesto de 30% a las exportaciones mexicanas, es decir, tomaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo haría bolita y lo pondría en un cesto de basura.
Después de que ganó las elecciones primarias en el estado de Indiana, el empresario que ha sido cuestionado por opacidad fiscal, se empeñó en recalcar que las condiciones del TLC entre Estados Unidos y México son negativas para los ciudadanos estadounidenses, argumentando la desventaja de generación de empleos para los nacidos del otro lado del Río Bravo.
Estados Unidos es nuestro principal socio comercial, una barrera contra las importaciones mexicanas hacia nuestro vecino provocarían una recesión. Lamentablemente los números son fríos.
Pero también la economía norteamericana sufriría. Uno de los sectores más afectados sería el automotriz estadounidense. De acuerdo al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, en el 2015 cruzaron por la frontera más de 118 mil millones de dólares en automóviles y piezas de vehículos. Frenar este intercambio comercial, sería ponerle un tope a uno de los sectores que más dinero mueven en la economía de ambos países.
En alguno de sus discursos Trump, se atrevió a amenazar: “No vamos a dejar que las compañías se vayan a producir a otros países y luego vuelvan a vender los productos …Habrá consecuencias serias si las compañías se van del país”.
Para los mexicanos tal vez el efecto que más hemos resentido ha sido la depreciación del peso, que ha llegado a niveles superiores a los 19 pesos y con un camino que en caso de concretarse su victoria podría llegar a los 21 pesos por dólar, aunque muchos analistas consideran que en mediano plazo el tipo de cambio tendería a regresar a niveles por debajo de los $20.
Hace algún tiempo, el diario Washington Post solicito a la agencia Moody’s una proyección bajo un modelo económico en el que Trump ganaba y el resultado fue poco halagüeño: 4 millones de estadounidenses desempleados, pérdida de poder adquisitivo, disminución en las exportaciones, caídas en los mercados bursátiles y otra recesión en Estados Unidos. Una crisis.
Con todo lo anterior, me sigue pareciendo casi imposible de imaginar que esta persona pueda convertirse en el líder del país más poderoso del planeta, pero lamentablemente eso ya no está en sus manos, está las manos de millones de personas que ven en ese personaje a alguien que tiene la capacidad de gobernarles. Nuestros vecinos del norte se empeñan en jugar con una granada que tienen metida en los bolsillos. Es tortuoso imaginar que este hombre con un temperamento tan inestable tiene bajo su mando 7,100 cabezas nucleares.
Alguna vez leí que la democracia es imperfecta y me pareció una frase populachera y fuera de lugar, mi opinión cambió y hoy es diferente… mañana sabremos si la democracia es a prueba de todo, incluso a prueba de Trump.
Twitter: @garoarenas