Está en puerta el día de muertos y la hora bruja parece sacada de una película de terror, pero no hay aquelarres mágicos con calderos en el piso de remates de la Bolsa. Tiene que ver con el vencimiento simultáneo de futuros y opciones sobre índices y acciones que puede producir un aumento en el volumen de negociación e intensificar la volatilidad.
Si imaginamos los astros alineándose en una hora fatídica en esa misma forma los mercados de vez en cuando viven la cuádruple hora bruja que se presenta en prácticamente todas las Bolsas de Valores del mundo y tiene que ver con que vencen los futuros y opciones sobre acciones e índices del mercado de derivados. Cuatro al mismo tiempo.
¿Por qué se llama hora bruja?
La explicación del por qué se le llama así es debido a que con anterioridad los procesos no eran automatizados y se agrupaban una gran cantidad de operaciones en poco tiempo por lo que solían ocurrir cosas raras. De ahí viene el por qué.
La hora bruja se produce en marzo, junio, septiembre y diciembre. En estos meses coincide el vencimiento trimestral de los futuros y opciones y siempre tienen lugar el tercer viernes del mes.
En mercado norteamericano, en donde no hay futuros sobre acciones se denomina la triple hora bruja, porque en este mercado vencen futuros sobre índices y opciones sobre índices y acciones. Pero también, no en todas las bolsas los vencimientos suceden a la misma hora los viernes. Por ejemplo en el índice EuroStoxx el vencimiento es al medio día; posteriormente una hora más tarde sobre es el DAX Alemán y algunos índices norteamericanos por la tarde.
Desde hace algunos años cuando los sistemas se automatizaron disminuyó el impacto que tenía la hora bruja. Actualmente es más difícil que sucedan los movimientos inexplicables que sucedían con anterioridad aunque sigue siendo notorio el volumen de negociación en las bolsas.
El volumen aumenta básicamente porque por llegar la fecha de vencimiento cuando las apuestas de los inversionistas están más cerca del precio del activo en el mercado de contado, es sencillo, los inversores esperan hasta el último momento para decidir cambiar su posición o no antes de dejarla vencer.
Ahora ya lo sabemos que en los pisos de remates no hay apariciones inexplicables ni escobas volando, pero sí una "horas bruja" que hace subir el volumen de operación.
Twitter: @garoarenas