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El hecho de que los mexicanos seamos pocos propensos al ahorro podría tener causas mucho más profundas de lo que imaginamos. A principios del siglo XX se desarrollaron numerosos estudios que descubrieron que el idioma determina la forma en la que interpretamos lo que hacemos y nuestros patrones de conducta. Pero en estos últimos años se ha profundizado en estas investigaciones con resultados que ahondan en hábitos como el ahorro y la inversión, es decir, Dime cómo hablas y te diré cuánto inviertes

 

 

¿El idioma es factor para el ahorro?

 

Keith Chen, economista especializado en conducta ha desarrollado una teoría que puede resultar revolucionaria. Dependiendo de la forma en que hables será la manera en que ahorres. El investigador de la Universidad de Yale, afirma que hay una relación directa entre los hábitos de consumo, la forma en que nos alimentamos y nuestra propensión al ahorro. ¿En qué radica todo esto? Simple, en la forma como nos expresamos en tiempo futuro.

 

El investigador norteamericano, clasificó los idiomas en dos grupos de acuerdo a la manera en que tratan el concepto de tiempo (principalmente el tiempo presente y el tiempo futuro).

 

Los individuos que utilizan idiomas que tienen fuertes referencias al futuro (a esto él lo denominó: FTR fuerte, por sus siglas en inglés) ocupan un tiempo verbal específico y diferente cuando hablan en tiempo futuro. Del otro lado, los idiomas con débiles referencias al futuro (FTR débil) no lo ocupan, usan únicamente el tiempo presente.

 

Chen, puntualiza que existen lenguas en Europa donde se presentan diferencias gramaticales en la manera en que se pronuncian sobre eventos futuros y esto es determinante en el comportamiento de sus habitantes. En inglés debes decir: it will rain tomorrow" (mañana lloverá), y en alemán: "morgen regnet es" (llueve mañana)”.

 

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¿Y esto significa que ahorro más o ahorro menos?

 

De acuerdo al economista, los parlantes de idiomas que utilizan el presente para referirse al futuro son mucho más propensos al hábito del ahorro que quienes usan un tiempo verbal diferente.

 

De acuerdo a declaraciones de Chen, a la cadena británica BBC: "Si el idioma separa el futuro y el presente en su gramática, eso, aparentemente, hace que uno disocie un poco el futuro del presente cada vez que habla". Y puntualiza: "Y eso efectivamente hace que sea más difícil ahorrar".

 

En esencia, cuando se empezaron a cruzar datos sobre diferentes lenguas, la información resultante mostró que el promedio de hablantes de lenguas sin tiempo futuro hacía buenas previsiones financieras.

 

El estudio del economista conductual, afirma que en comparación con los hablantes de idiomas que utilizan el futuro como tiempo verbal, los que no lo hacen:

 

  • Ahorran 39% más para su retiro
  • Tienden a ser 31% más propensos a ahorrar durante un año

 

Y el estudio se amplía a otros hábitos cotidianos.

 

  • Su propensión a fumar es menor en un 24%.
  • Desarrollan 29% más propensión a tener hábitos de actividad física.
  • Reducen su tasa de obesidad hasta un 13%.

 

Listado con idiomas de Futuro Fuerte.

 

Español, inglés, francés, italiano, ruso, fula (África Occidental), gamo (Etiopía), hausa (Nigeria y África Occidental), igbo (Nigeria), moré (Burkina Faso), tigriña (Eritrea y Etiopía), tamil (India y Sri Lanka), chaha (Etiopía)

 

 

Listado de idiomas con futuro débil.

 

Mandarín, amárico (Etiopía), diula (África Occidental), estonio, alemán, malayo, oromo (Etiopía y Kenia), sidamo (Etiopía), yoruba (África Occidental)

 

Si Chen tiene razón, tendremos que empezar con clases de mandarín o alemán para mejorar nuestros patrones de ahorro.

 

Twitrer: @garoarenas

 

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