Un bono es un título de deuda emitido por un organismo público, gobierno o empresa con el fin de financiarse. De esta forma, el emisor del préstamo se compromete a devolver en una fecha determinada al inversor el monto recibido por la compra del bono y, obviamente, a retribuir económicamente dicho bono mediante el pago de intereses periódicos.
Los bonos tienen un flujo predecible de dinero, es por esto que muchos asesores recomiendan su tenencia en el portafolio de inversión. Hoy vamos a platicar de los bonos de tasa fija y los bonos de tasa variable ("floating rate").
Concepto bono de tasa fija
Los títulos de deuda, como hemos comentado anteriormente, realizan pagos periódicamente por intereses, a excepción de los bonos de cupón 0. La tasa de referencia a la hora de realizar el pago de intereses al dueño del bono puede ser fija y variable.
El concepto de bono a tasa fija es muy sencillo de entender, la tasa de estos bonos se acuerda cuando son emitidos y se mantiene durante la vida total del bono. Esta tasa fija puede actuar con una tendencia creciente a medida que transcurre el tiempo. En este caso nos encontraríamos con una tasa fija escalonada.
Concepto bono de tasa variable
Los bonos de tasa variable o flotante ("floating rate") funcionan de forma diferente a los de tasa fija. El interés de los bonos de tasas variable es pactado en función a uno o varios tipos de tasas de interés de referencia en el mercado, como puede ser el Libor, o la tasa determinada por los bonos del gobierno. También nos podemos encontrar bonos con tasa variable a los que se le adiciona un spread.
Por tanto, en los bonos de tasa variable conoces la fecha en los que te van a pagar los intereses, pero no conoces el importe de estos hasta la fecha de cobro en la que se aplicará la tasa de referencia.
En algunas ocasiones, los bonos con tasa de interés variable pueden ponerse un tope de interés mínimo y máximo, por tanto, aunque la tasa de interés de referencia se salga de esos topes, el interés que debe pagar el emisor del bono no puede traspasar esas barreras al alza y a la baja.
En resumen, con los bonos de tasa fija conocemos cuándo y cuánto nos van a pagar de intereses por su compra, mientras que en el bono de tasa variable conoceremos el cuando, pero el cuanto no lo podremos saber hasta el día que cobremos los intereses ya que depende de otra tasa.