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¿El «débil peso»?

De entre las principales premoniciones que los economistas figuraban sucediera en algún punto de este año era la depreciación del par USDMXN. ¿Las razones? Primordialmente, hechos políticos (elecciones en México y Estados Unidos de América); efectos de carry trade (como consecuencia de los cambios en la retórica monetaria a nivel internacional); aparición de señales de debilitamiento económico en la Unión Americana, y, el empeoramiento de las condiciones geopolíticas (Europa Oriental y Medio Oriente).


A razón de lo anterior, en estricto sentido, a nadie debería sorprenderle ver al peso mexicano cediéndole terreno al dólar estadounidense. No obstante, lo que sí sobresalta es su velocidad y grado de depreciación, situándose, al culmino de la 36° sesión semanal, como la segunda moneda emergente más depreciada con -17.78%, detrás del peso argentino con -18.25% (Gráfica 1).


Asimismo, y como era de esperarse, la «calma» que había caracterizado a los movimientos del peso mexicano, que habían llevado a categorizarlo por varios inversionistas internacionales como «inquebrantable», ha desaparecido, y, en su lugar, la volatilidad se encuentra rondando niveles que no había tocado desde hace 3 años (Gráfica 2).


Si bien es cierto (e incluso con eso comencé) que han jugado muchas variables «en contra» del desempeño del par USDMXN, desde el nivel más bajo de 16.3130 unidades registrado el 8 de abril al 6 de septiembre acumula una pérdida del orden de -22.41%, mientras que el índice DXY anota un avance (en el mismo periodo) de 2.83%, significando que, al menos, 1,958 puntos base son atribuibles meramente a factores internos (Gráfica 3). 

Ahondando un poco más en ellos, destacan 2: el otorgamiento de la mayoría calificada al oficialismo y sus aliados en la Cámara Alta, y, la puesta en marcha (en “fast track”) del paquete de 18 reformas constitucionales (conocido como «Plan C»); priorizando cambios profundos en el andamiaje judicial y electoral, así como la eliminación de los órganos autónomos.


Pero ¿de qué manera estos acontecimientos le afectan (y afectarán) al tipo de cambio? 

Veamos 2. 

La primera, en la posesión de valores gubernamentales por parte de los inversionistas internacionales

Ciertamente, uno de los motores del «súper peso» fue el atractivo de tasas que se venía ofreciendo en el país desde el 2S21, el cual comparándolo con la tasa FED, llegó a mostrar un spread de 800 básicos nominales entre febrero y mayo de 2023, y, de 652 básicos reales en marzo de 2022 (Gráfica 4). 

Naturalmente, este diferencial ha ido (e irá) disminuyendo en la medida que el Banco de México (Banxico) recorte la tasa objetivo (tomando en cuenta que la FED no ha realizado ningún ajuste hasta este momento). Sin embargo, la evolución inflacionaria (la cual ha venido acelerándose desde octubre de 2023) también ha influido en ello

Considerando esto, de los 4 momentos en los que el gap nominal se acotó, sólo en 1 (el último), cuando se estableció en 525 puntos desde el 22 de marzo, la tenencia de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) en manos foráneas ha caído -5.76%, el cual contrasta como el más alto con respecto a los otros 3; 11.86% (10 de febrero de 2023 al 23 de marzo de 2023, pasando a 600 puntos), -2.30% (23 de marzo de 2023 al 27 de julio de 2023, pasando a 575 puntos), y, 35.51% (27 de julio de 2023 al 22 de marzo de 2024, pasando a 550 puntos).


Por otra parte, los datos de la Inversión Extranjera Directa (IED) de la primera mitad de 2024 develan cierta ralentización, la cual es muy evidente, registrando una caída de -3.19% A/A, la primera para un mismo periodo desde hace 3 años. Adentrándonos, el ajuste se explica por un descenso de -102.76% A/A para las cuentas entre compañías (el más extenuante desde que existen registros) y de -69.31% A/A para las nuevas inversiones (marginalmente menor que el del año anterior, de -76.45% A/A)

Además de los puntos ya mencionados, uno que es importante puntualizar (y más por la gran publicidad que se le ha dado) es el del monto de las nuevas inversiones al cierre de 2T24 que se sitúa en US$ 264.4M, siendo el más pequeño desde que hay datos disponibles (Gráfica 5). 

En síntesis, a razón del innegable el sentimiento de cautela por parte de los capitales extranjeros, se han estado demandando menos pesos mexicanos

La gran pregunta: ¿seguirá depreciándose nuestra moneda? 

No pretendiendo ser alarmista, la verdad es que el porvenir de corto plazo no es del todo favorecedor (dada la restrictiva retórica pública), aunado a que, como se vio, coexiste una alta volatilidad, por lo que resulta complicado pronosticar hacia dónde podría oscilar; sin embargo, es (hasta cierto grado) sencillo descartar un avance hacia las 16.3130 unidades.

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  1. en respuesta a Laramonica
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    Top 10
    #2
    10/09/24 17:05
    ¡Hola, @laramonica!

    Muchas gracias.
  2. #1
    10/09/24 13:42
    Muchas gracias. Un gran artículo.