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El amigo de un amigo

Si desea mejorar sus jugadas de tenis, emule a Roger Federer. Si desea aprender un nuevo idioma (alemán, por ejemplo), múdese algún tiempo a Alemania o Suiza. Si desea ser rico, haga lo que los ricos hacen. Simple intuición, ¿no? Reflexionémoslo.

Algo incuestionable es que los 2,668 personajes que figuraron en la trigésima sexta edición de la lista Forbes Billionaires saben cómo administrar y gestionar su dinero, por lo que cualquier movimiento referente a su dinero debería inspirar o motivar a cualquier persona a hacer lo mismo con el suyo. Asimismo, es sabido que tanto la vida como la biografía de los más acaudalados del mundo suele ser pública, ergo es posible conocer cuáles han sido y son sus principales fuentes de riqueza.  

No obstante lo anterior, es imprescindible no olvidar que ellos están jugando un juego muy diferente al de la mayoría de la gente.


Ejemplo de ello fue la reciente compra por 73.5 millones de acciones de Twitter (NYSE: TWTR) que realizó el director ejecutivo de Tesla (NASDAQ: TSLA), Elon Musk, convirtiéndolo en miembro de la junta directiva (cargo que posteriormente rechazó) y el principal accionista de la red social, incluso por encima de su fundador, Jack Dorsey.

La noticia de dicha operación, por naturaleza misma, hizo que la cotización de las acciones subiese en alrededor de 25% durante el premarket del 4 de abril pasado, significando, en términos absolutos, una suma de US$ 13B por negociación de acciones en la sesión bursátil, cifra récord dentro de los 8 años y medio que TWTR lleva cotizando en Bolsa (Gráfica 1).

Los datos anteriores develan que, en efecto, diversos inversionistas minoristas replicaron inmediatamente la transacción realizada por Musk; sin embargo, la primera parte de ésta se efectuó el 14 de marzo pasado, es decir, 21 días antes de haberse hecho pública.

Pero ¿cuál es ese «juego diferente»?

El fundador de TSLA se hizo de sus primeros lotes de acciones cuando el precio oscilaba por debajo de los US$ 39. Tras darse a conocer la compra, el precio escaló por encima de los US$ 50. Si bien resulta imposible determinar cuánto dinero ha ganado Elon Musk, de acuerdo con varios expertos consultados por The Washington Post, entre el 14 de marzo y el 8 de abril, habría sumado a su fortuna personal aproximadamente US$ 156M. Mientras que los inversionistas que compraron acciones compulsivamente (suponiendo al precio de apertura del 4 de abril, de US$ 47.87), al cierre de la sesión del 8 de abril, acumulan un balance negativo del orden de 3.42%. ¿Lo ve?

Por otro lado, si usted es un seguidor ávido de la cuenta de Twitter del empresario, podrá darse cuenta de que su decisión financiera va mucho más allá de lo lucrativo, puesto que en varias ocasiones ha cuestionado públicamente si TWTR se apega al principio de libertad de expresión, aunado a que en una ocasión les preguntó a sus seguidores si consideraban idóneo que el algoritmo de dicha red social debía ser de código abierto.

Lo cierto es que sea cual sea el verdadero trasfondo, Musk ganó y la mayoría (hasta sus seguidores) perdieron.  

Revisemos otro caso.


Primeramente, recordemos que el uso de información privilegiada basada en la normatividad provista por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) es legal, tal como la revelación a esta última sobre las participaciones, transacciones y operaciones con títulos accionarios de una compañía en cuestión realizadas por su director ejecutivo o los insiders (Tabla 1).

Dado que esta información es pública, es muy común que el inversionista promedio base una parte de sus decisiones de inversión en ella, puesto que se idealiza que estas operaciones vaticinan un buen o mal futuro según sea el caso. Si bien podría haber sesgos, la mayoría de los mandos altos de las empresas públicas americanas perciben una parte de su salario en acciones, por tanto, este tipo de venta de acciones representa más una operación para obtener liquidez que un retorno positivo.

Siempre he dicho que el inversionista es un universo único, pues su actuar es unísono y depende de muchos factores: edad, horizonte de tiempo, aversión al riesgo, hábitos de ahorro y gasto, e incluso la personalidad, por mencionar unos cuantos. 

Es un hecho que, si se quiere ser experto en algo, hay que aprender de los expertos, pero al hablar de finanzas, lo más inteligente es tomar y adaptar sus prácticas y consejos hacia nuestra situación personal, cuestión que nos permitirá convertirnos en millonarios.

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  1. en respuesta a Jeromrl
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    Top 10
    #2
    19/04/22 13:01
    ¡Muchas gracias, @jeromrl!
  2. #1
    18/04/22 20:26
    Muy interesante tu artículo!