Se retoma que al hacer referencia del término “micro”, el cual engloba una serie de transacciones pequeñas, solo que el microcrédito retoma la parte de los préstamos como único producto de todos los servicios financieros en el mercado que se le ofrece a los sectores con índices de vulnerabilidad y/o pobreza.
De forma complementaria las empresas oferentes – sin el desapego a la centralidad “micro” – de una gama amplia de servicios financieros que se ofrecen a la población con mayor desventaja así como a sus microempresas, son denominadas microfinanzas mismas que no solo ofrecen microcréditos como productos y servicios financieros, en el mismo rubro se hace mención del microahorro, los microseguros, entre otros.
Así que una de las innovaciones de las instituciones de microfinanzas es el permitir, el desarrollo de productos y tecnologías, el acceso a la población vulnerable sin que la innovación frene su sustentabilidad.
Ya que en el marco general las instituciones de microfinanzas buscan ser autosustentables, se subdividen en dos grandes grupos, por un lado tenemos a las que operan como organizaciones sin fines de lucro y, por otra parte, las que operan con fines de lucro, mismas que se desarrollaran en las figuras societarias.
El término microcrédito se acuñó inicialmente para hacer referencia a instituciones cuyo objetivo es otorgar préstamos a los más pobres. Las microfinanzas surgieron a raíz de reconocimiento de que los pobres pueden beneficiarse de tener acceso a los servicios financiero que van más allá de simples créditos para sus microempresas. (CONEVAL y COLMEX, 2009)
ESENCIA Y ORIENTACIÓN DE LAS MICROFINANZAS
En este apartado, es necesario, puntualizar la disparidad existente entre los términos que se refieren a transacciones pequeñas. El microcrédito está dirigido especialmente a los préstamos que se ofrecen a los pobres y a la población vulnerable, Las microfinanzas, por su parte, se refieren a una amplia gama de servicios financieros ofrecidos a los más pobres y a sus actividades que les proveen ingresos como sus microempresas.
En este sentido y con referencia a las sociedades financieras, menciona el consultor financiero, Díaz Leyva, 2016; también es crítico el tener estándares de operación estable, segura y controlada, en benéfico de los participantes: dueños, empleados, fondeadores, clientes y el sector en general.
El punto clave es que los individuos, como ya se ha mencionado con anterioridad, necesitan respaldarse por un colateral para acceder al crédito, mismo que debe proveer la seguridad para el prestamista.
La importancia de este colateral representa la exclusión de la población que no cuente con el mismo. Aunque en cuestiones de riesgos, se puede mencionar al riesgo moral, y de cumplimiento de contratos los cuales presentan implicaciones de políticas similares: Una parte de la población que quiere y puede pagar la tasa de interés de mercado se queda sin poder acceder al mercado crediticio.[1]
Se debe ser consciente de que estos problemas no solo tiene afecciones en el mercado regulado o sistemas formales de crédito y microcrédito, sin embargo engloban a una gran cantidad de población que carece de ciertos comprobantes para colateral, dejándolos fuera de los ejercicios de las carteras entre las instituciones financieras.
Este tema se aborda para observar la comparación de un producto en específico[2] con diferentes oferentes, a raíz de esto, una fracción significativa de las transacciones de crédito a nivel mundial se desarrolla en el sector informal a pesar de distintos esfuerzos por parte de los gobiernos para canalizar los créditos a sus propios bancos y/o de regular las acciones de los bancos comerciales.[3]