La inclusión financiera tiene cuatro dimensiones fundamentales:
- Acceso, que se refiere a la infraestructura financiera disponible para brindar servicios y productos financieros, tales como sucursales, cajeros automáticos, terminales puntos de venta, banca móvil y banca por Internet;
- Uso, relativo al número de productos financieros accesibles a las personas, tales como, cuentas de ahorro, de cheques y de nómina, depósitos a plazo, tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, automotrices y personales, seguros de vida, de auto, de daños y de gastos médicos, cuentas de ahorro para el retiro, entre otros;
- Educación financiera, que se refiere al conocimiento y uso responsable de los servicios y productos financieros y,
- Protección al consumidor, que busca la creación de condiciones más equitativas entre proveedores y consumidores de servicios financieros.
Por parte del Gobierno de México y su responsabilidad con la inclusión financiera, y a fin de fortalecer y facilitar la coordinación entre autoridades, así como con el sector privado y otros actores relevantes, el 3 de octubre de 2011 se creó, por decreto presidencial, el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF) como una instancia de consulta, asesoría y coordinación. El CONAIF tiene por objeto proponer medidas para la planeación, formulación, instrumentación, ejecución y seguimiento de una Política Nacional de Inclusión Financiera.
Asimismo, el CONAIF, a través de su grupo de trabajo de medición y divulgación, liderado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, coordina los esfuerzos entre las autoridades financieras para recopilar y generar información y estadísticas a fin de realizar un diagnóstico de la situación actual de la inclusión financiera en México.
Uno de los objetivos del grupo de trabajo de medición y divulgación es generar información que guíe el diseño de políticas públicas y que contribuya a generar indicadores a nivel nacional que permitan a las dependencias públicas el establecimiento y la medición de metas en materia de inclusión financiera.
Es así que, en el 2012, se diseñó y aplicó la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2012) como uno de los esfuerzos para generar información que permita caracterizar a los usuarios de servicios financieros y obtener información respecto a las barreras de acceso y uso del sistema financiero.
A su vez, por segunda ocasión, los miembros del Consejo colaboraron en la elaboración por ediciones del reporte de Inclusión Financiera, a fin de dar continuidad a la divulgación de información detallada respecto al acceso, uso y situación actual del sistema financiero en relación a la inclusión financiera.