Como bien saben ya, en Inteligencia Financiera Global hemos estado haciendo un marcaje personal al tema de las reservas de oro de Banco de México (Banxico). Éstas constituyen una parte mínima con respecto al total de reservas internacionales (aprox. el 2.8 por ciento), y pese a su importancia estratégica, el Instituto Central continúa sin darle la importancia que se merecen.
Banxico no sólo no ha aprovechado la corrección a la baja en el precio del oro para fortalecer su posición comprando más, sino al contrario, continúa una política de venta de oro que no tiene sentido alguno.
La venta de Oro mexicano
Lo más preocupante es que el oro vendido forma parte de las muy pocas onzas físicas que se encuentran bajo resguardo en la bóveda del Banco Central.
De acuerdo con información que se publicó en su Reporte sobre las Reservas Internacionales y la Liquidez en Moneda Extranjera, a finales de noviembre de 2013 (la última disponible), México contaba con un total de 3 millones 963 mil onzas de oro, equivalentes a 123.25 toneladas.
Eso nos permite saber que desde un año y medio antes de dicha fecha (Mayo de 2012, mes en que comenzó con su política de ventas) y hasta noviembre pasado, se han liquidado unas 72 mil onzas.
Esta cantidad que parece mínima, pero en realidad no lo es si consideramos que podría significar el haber enajenado ya el 37% del oro que se encontraba en nuestro país.
¿En qué basamos esa presunción? Muy fácil, no tiene complicación alguna. El Banco Central me informó a través del oficio REF.:I22.11.2013, que:
El 100% de las ventas de oro fino realizadas en el periodo que comprende de mayo de 2012 a diciembre de 2012 se realizaron dentro del territorio de los Estados Unidos Mexicanos.
Aunque estamos en proceso de confirmar si se aplicó lo mismo para el total de las ventas de 2013, es muy probable que así haya sido, pues la cantidad media de ventas es la misma que la observada el año previo.
Tenemos que recordar que Banxico nos reveló que en abril de 2012, mes en que alcanzó su máximo histórico oro en su posesión, en territorio nacional había solamente 194,539 onzas troy físicas. El oro restante, más de 120 toneladas, se encuentra presuntamente resguardado en el BoE (Bank of England) el 99% del oro en el extranjero y en la FED (Reserva Federal Americana) el 1% restante.
Un mes más tarde es cuando decidió comenzar a vender sin motivo alguno.
¿Por qué Agustín Carstens optaría por hacerlo con el poco oro físico nacional?
Podemos descartar una posible necesidad de obtener liquidez extra, pues ya la tiene con sus reservas en divisa.
Más allá, cabe preguntarse: ¿qué lo habría impulsado a preferir deshacerse del oro de México en vez del que se supone le resguardan terceros en el extranjero? ¿Quién es el que se está beneficiando de recibir el oro directamente de la bóveda de Banxico a precio de ganga?
Si hacemos memoria vemos que desde septiembre de 2011 el oro, tras alcanzar su precio récord de 1,923.70 dólares la onza, comenzó una corrección a la baja que todavía no ha acabado. Por cierto, en este blog hemos pronosticado que esta racha bajista terminará en 2014.
Es decir, Banxico decidió vender a un ritmo promedio de 3.800 onzas entre mayo de 2012 y noviembre de 2013, con lo que solamente quedarían en nuestra bóveda alrededor de 122,500 onzas físicas.
De mantenerse esta tasa de enajenaciones, en algo más de dos años y medio, no nos quedará onza alguna de oro.
Como hemos explicado, tener más de 120 toneladas de oro solamente en el papel, implica un riesgo a la seguridad financiera de México. Esto porque ese oro que se supone está en Inglaterra y Nueva York, está apalancado por decenas o quizá cientos de veces, esto es debido al sistema de reserva fraccionaria con que operan los Bullion Banks, a los derivados de oro y a los “préstamos” que los Bancos Centrales hacen con el metal. No hay barras que alcancen para todos sus “dueños”.
El fantasma de la deflación acecha al mundo, y si no tenemos claro que el oro físico es un seguro contra emergencias económicas y financieras como las que puede sufrir el planeta en un futuro próximo, cometemos un grave error.
En deflación la última instancia a la que se recurre es al trueque, pues el colapso de todo hace inviable cerrar transacciones fuera de activos no reales.
Ya hay algunos síntomas de que lo que se ha descrito en el párrafo anterior es el destino de la actual crisis global, cuya recuperación, no es más que una mera ilusión.
Reuters reveló el viernes, que Rusia e Irán están afinando los últimos detalles de un acuerdo secreto de intercambio “petrólero-por-bienes”, por una canidad de hasta 1.500 millones de dólares al mes. De esta forma, Irán incrementaría de forma sustancial sus exportaciones de crudo esquivando las sanciones occidentales que pretende que le levanten en breves.
Por eso, el consejo continúa siendo el mismo: Banxico no sólo debería detener sus ventas de oro, sino repatriar los lingotes que le pertenecen mientras todavía haya tiempo, y comprar más. Nadie que contrate un seguro quiere que ocurra el siniestro para el cual se está protegiendo, pero sin duda espera que en caso necesario, pueda echar mano de él.
Ojalá Agustín Carstens ya no nos haga caso omiso.