El oro acumula ya una docena de años seguidos de cierre al alza. Sin embargo, 2013 será casi seguro el primero que acabe esta racha, aunque a decir verdad, su corrección (baja) comenzó desde septiembre de 2011, tras alcanzar su máximo histórico de 1,923.70 dólares la onza troy (31.1 gr.)
Nacen muchas dudas al respecto entre especialistas, académicos e inversores respecto a qué futuro le depara al oro, y sus explicaciones en la mayoría de las ocasioness van desde las más simplistas hasta las más elaboradas, pero casi siempre como auguran el desastre (al estilo de Nouriel Roubini).
Por ello, es conveniente hacer algunas precisiones
Primero, debemos decir que son muchos los factores que han marcado la caída del oro: la gran duración de su tendencia alcista de 12 años, la aparente reducción de riesgos de inflación ante los ojos de los inversores, la sobreoferta de oro a causa del sistema de reserva fraccionaria con que operar los “Bullion Banks” (especializados en metales preciosos), derivados y "préstamos" de oro de los bancos centrales; y la manipulación del mercado por parte de "traders" y banqueros que buscan beneficios muy específicos.
No es habitual que un activo tenga un periodo de tiempo ascendente tan largo, sin que se presenten correcciones que duren incluso varios años.
El oro ya lleva más de dos años corrigiendo, y eso para su tendencia mayor de largo plazo es muy positivo, y claro, aún le queda mucho de llegar a su final.
El ciclo alcista del oro tardará quizá muchos más años en terminar, pero cuando lo haga, lo hará como mueren todos los mercados alcistas, es decir, en fase de euforia o burbuja total. Seguimos lejos.
Hay quien dice que el oro estaba en burbuja por arriba de 1,900 dólares, pero eso es incorrecto. No se puede decir siquiera de haber estado cerca de una burbuja real, pues ajustado por inflación oficial, el antiguo máximo histórico del oro de 1980 que fue de 850 dólares, y ahora se encuentra por encima de los 2,400.
Como una simple referencia para estimar cuánto podría continuar todavía el mercado alcista del oro, podemos mirar la duración del ciclo bajista que le precedió: de 1980 a 2000.
Así que aunque no sabemos si durará dos, tres, cinco o siete años más, lo cierto es que luego de estas correcciones y volatilidades, la racha será retomada.
Otra de las causas principales de este descanso en el avance del oro, es que las expectativas de inflación de los inversores han disminuido a pesar de los continuos estímulos monetarios, no sólo de la Reserva Federal, sino del Banco de Japón, Inglaterra y el mismo BCE.
Sea con quantitative easing o recortes a tasas de interés, estos institutos centrales pretenden reinflar la economía a como dé lugar, y en este sentido, se supone que el oro como activo refugio para una situación de inflación, sería el más beneficiado.
No obstante, como la inflación no ha crecido, sino que al contrario, el temor a la deflación aumenta cada día, la lógica de muchos inversores es la siguiente:
Si no hay inflación no necesito del oro y por lo tanto liquido mis grandes posiciones.
Grave error.
El oro en la inflación y en deflación
De momento no hay riesgos inflacionarios mayores, pero justo en eso reside el problema de que desprecien al oro.
Si el oro es necesario en inflación, es indispensable en deflación, pues en esta situación el último recurso es el trueque, y por su condición de dinero real, pase lo que pase, el oro seguirá funcionando como tal.
En inflación el dinero papel no vale nada; en deflación puede ser útil pero incluso entonces es inferior al oro, pues es un hecho que para combatir esa presión deflacionaria debida al colapso de todo (de las deudas impagables, índices bursátiles, precios, cierres de empresas, quiebras de países enteros, etc.), la respuesta de los bancos centrales será inundar más, sí, aún más, el mundo de dinero.
Se pondrán a funcionar más que nunca las imprentas a nivel global y buscarán la manera de que entre a la circulación, hasta que consigan su meta de tener una inflación que, cuánto más alta, sea mejor para intereses oficiales, tan inflados de deudas.
El oro entonces seguirá reinando.
Ahora, los fondos cotizados en este sentido también han jugado un papel importante en las ventas de oro recientes, al grado que los 14 mayores desplomaron este año sus tenencias áureas en 31%, su primer recorte anual desde que comenzaron a operar hace 10 años.
Y es que muchos inversores fueron atraídos por el oro, como suele ocurrir, por el estúpido hecho de que estaba subiendo mucho. Quedan todavía bastantes de ellos y sus “manos débiles” como se les conoce en el mercado, por lo que no debemos descartar un capítulo final que podría llevar al precio del metal precioso a niveles que rondan los mil dólares. Todo puede suceder, sobre todo si consideramos que correcciones del 40 al 50% son normales, como también pudimos ver durante el mercado alcista de los años 70.
Ahora bien, aquí debemos enfrentarnos a un problema que la mayoría de los financieros no conoce o le quita importancia. El oro no es cualquier commodity. Es la materia prima dinero, y como tal, no se gasta ni se consume. Esa es la característica más importante que lo distingue de las demás, y la razón por la cual tiene el ratio más alto stocks-to-flow (existencias sobre flujo) de todas.
Así que el oro tiene siempre dueño. Lo malo es que después de la creación de los derivados de oro, más el sistema de reserva fraccionaria con que operan los "Bullion Banks" y los "préstamos" de oro que hacen algunos bancos centrales, existe una falsa sobreoferta del metal. Es decir, no hay oro para todos.
Por eso con los descensos de precio, las "manos fuertes" aprovechan para retirar todo el metal que les es posible de la circulación. Estos inversores son duros y no soltarán el metal casi bajo ninguna circunstancia, y si lo hacen será hasta que el precio llegue a reflejar de forma más certera la realidad de su valor.
Esto es exactamente lo que están haciendo los países asiáticos, sobretodo los chinos, como lo demuestran las estadísticas de importación de oro que les llega desde Occidente.
El Comex americano es así pues, básicamente un mercado de "oro" papel al contrario que la bolsa de oro de Shanghai que es sobre todo de intercambio físico.
Además, es muy interesante saber y nos dice mucho que el número de dueños por onza física en los almacenes del Comex sea de casi 110.
Como sabe, el análisis de la Base y la Cobase del oro que presentamos en artículo anterior, mide la relación entre el precio al contado y el de los contratos de futuros de oro.
Lo que nos revela dicho estudio es que la situación de backwardation, que ocurre cuando el precio del spot es más alto que el del futuro, se debe a que hay inversores que prefieren llevarse su oro a casa hoy, aunque sea más caro, que esperar a una mera promesa de entrega más barata en el futuro.
Esta situación seha hecho más notable en 2013, lo que confirma que el oro se sigue "acabando", escondiendo de la circulación en manos privadas.
¿Qué ocurrirá cuando comiencen a ocurrir los incumplimientos de entrega que seguro se presentarán tarde o temprano?
Otro factor muy a tener en cuenta en la caída de los precios del oro, y que funciona como un tabú, es el de la manipulación de su mercado. Es tabú porque nadie cree en eso ahora, como tampoco creían que se manipulaba la tasa Líbor, y ahora ya sabemos el tamaño del escándalo.
Alemania puede ser el caso más reciente en la materia, pues ha comenzado una investigación federal al respecto sobre el Deutsche Bank, uno de los cinco partícipes en la determinación del London Gold Fix, capital global de la manipulación, cuyas raíces conducen sin duda también a la misma FED.
Así que estos factores en conjuno, además de los técnicos, han determinado que el precio del oro haya descendido, pero al mismo tiempo, se ha explicado los motivos por los cuales el oro está más vivo que nunca.
Al final, el mercado (mucho más fuerte que cualquier banco central) terminará por colocar las cosas en su sitio exacto por la fuerza, y solamente entonces, podremos comenzar a hablar de una auténtica recuperación de la economía mundial.