Indudablemente la pandemia del COVID-19, marca un antes y un después en el mundo entero, la problemática es muy compleja y el impacto social y económico ya es muy grande. Se estima una pérdida de más de 50.000 millones de dólares en la economía mundial a la fecha, según datos dados a conocer por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
La situación actual ha incrementado los problemas entre las potencias de China y Estados Unidos, de por si la relación ya había enfrentado muchos tropiezos por la guerra comercial iniciada en 2018. Ahora las acusaciones sobre el origen del virus y su manejo están poniendo a los dos países en una situación muy tensa, incluso Estados Unidos ha retirado su apoyo financiero a la Organización Mundial de Salud (OMS) acusándolos de encubrir la expansión del virus. Por otro lado, China sorprendió al mundo por su buena actuación frenando el virus en su territorio y con la donación de 30 millones de dólares a la (OMS) para la lucha contra la COVID-19, intentando compensar la retirada de Estados Unidos.
Oportunidad para México
Para países en desarrollo como México que además enfrentan retos sanitarios importantes aún no hay un panorama claro que indique cuándo se detendrá la propagación del virus o de qué manera se reactivará la economía, lo que es claro es que es de vital importancia crear estrategias y buscar oportunidades para retomar proyectos de cooperación que puedan impulsar la economía.
China podría jugar un papel crucial en este contexto ya que desde hace un tiempo se ha acercado a México y otros países de Latinoamérica para para participar en proyectos de inversión, sin embargo, en México ya han sido cancelados algunos planes, entre ellos están; Dragon Mart, Tren Bala (de la Ciudad de México a Querétaro) y la central hidroeléctrica Chicoasén II. Con esto México ha desaprovechado valiosas oportunidades que potenciarían las relaciones con otros países, para intentar disminuir paulatinamente la dependencia económica con Estados Unidos.
La Franja y la Ruta en Latinoamérica
Además, América Latina y el Caribe se ha convertido en una región prioritaria en el mapa de la diplomacia económica de China, por considerarla una extensión natural en su proyecto comercial de “La Franja y la Ruta” (Belt and Road Initiative) que puede ofrecer un nuevo concepto a la asociación de cooperación integral entre regiones y abrir un nuevo panorama para las dos partes. Hasta la fecha, un total de 19 países de América Latina y el Caribe, entre ellos Chile, Uruguay, Costa Rica y Perú han suscrito memorandos con China sobre la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, otros países de la región como Argentina y Brasil han reiterado su apoyo a la iniciativa.
Es por ello vital que México ponga atención en la coyuntura que existe para diversificar sus mercados y atraer inversión, principalmente a obras de infraestructura como estrategia de desarrollo, mientras las obras de infraestructura facilitan el transporte y mejoran el suministro de electricidad en la región, las políticas de apertura de mercados ayudan a conectar los clientes y las empresas.
Reserva de Litio más grande del mundo en México
Otra posibilidad de cooperación muy relevante se refiere al hallazgo del mega yacimiento de litio en Sonora que se considera el más grande del mundo con reservas de 243.8 millones de toneladas. En este sitio se prevén dos etapas de desarrollo, la primera tendrá una capacidad de producción de 17,500 toneladas anuales de carbonato de litio. La segunda etapa duplicará la capacidad de producción a 35,000. Estos recursos gestionados correctamente permitirían a México ser un actor principal en el sector energético del futuro, en este sentido la empresa minera de capital chino Ganfeng Lithium, busca establecerse en la región para invertir en esa zona. China se mantiene como el principal comprador mundial debido a su creciente industria de baterías y autos eléctricos, y se espera que en el corto plazo siga aumentando su presencia con inversiones en varios países.
Déficit Comercial
Estamos experimentando un momento histórico en medio de la pandemia de COVID-19, puede ser la oportunidad de plantear para México un futuro mejor, utilizando nuevas sinergias que impacten positivamente al desarrollo económico. El comercio Bilateral alcanza ya los 100, 000 millones de dólares, lamentablemente hemos arrastrado desde hace varios años un déficit importante con China de una proporción cercana de 8 a 1 (SE 2019). Una relación más cercana podría ayudar a equilibrar la balanza y fomentar mejores relaciones comerciales con el medio oriente.
China se vislumbra como la potencia número uno en el mundo, hace unos días le dio una sorpresa al mundo cuando su Banco Central puso a prueba una moneda digital para ser utilizada en transacciones electrónicas, lo que dio paso a rumores de que se había dejado de usar el dólar en este tipo de operaciones. Pero con este paso es muy probable que las condiciones de mercado tengan cambios. Por ello es de gran relevancia para México tomar las acciones pertinentes que le permitan adaptarse a los nuevos mercados y crear nuevos negocios que le ayuden a reactivar su economía, especialmente ahora que la pandemia del COVID-19 sea finalmente controlada.
Es crucial mencionar que las posibilidades de cooperación entre ambas naciones son muy diversas, no se limitan al comercio, energía, infraestructura, inversión, también hay oportunidades en el plano cultural, académico, educativo, artístico y deportivo, que implica para ambos un crecimiento, fortalecimiento de las relaciones y un prometedor futuro.