La crisis mundial por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19) no solo trajo problemas económicos, políticos y sociales, en específico en el sector empresarial trajo consecuencias que golpearon severamente la estructura de miles y miles de negocios a nivel mundial.
En México el ámbito empresarial se vio sumamente afectado en su funcionamiento, en su estructura y en la puesta en marcha de nuevos proyectos, fue un año de retos y desafortunadamente de malas noticias pues bien sabemos que en México la mayor parte de empresas se encuentran catalogadas como micro, pequeñas y medianas empresas lo que representa un gran porcentaje de empleos en México. Consecuencia del rezago tecnológico, la caída del sector manufacturero y el nuevo coronavirus cerca del 80% de estas empresas se vieron afectadas en gran medida por los cierres que impidieron el mantenimiento de las cadenas productivas y la oferta de servicios.
Fue interesante ver que ante esta situación se generó un fenómeno de actualización en la forma como operaban todos estos negocios, pues el crecimiento del Comercio Electrónico se disparó en México. De esta forma la transformación digital esta jugando un papel fundamental en la sostenibilidad de miles de negocios, migrar a sistemas automatizados de ventas, acceder a los servicios de la nube y la banca digital suponen un sendero de vida para todos los negocios que durante esta crisis no tenían un camino certero sobre sus operaciones.
En cifras, podemos observar que, de acuerdo con algunas estadísticas presentadas por la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), iniciativas como lo fue el “Hot Sale” reportaron ventas totales por 20,155 millones de pesos en el mes de Mayo del presente, atrayendo a 5 de cada 10 usuarios de internet quienes representaron 12.3 millones de participantes en la campaña; y de este total de participantes el 58% de los consumidores fueron nuevos compradores, es decir casi 7.1 millones de modo que es probable de acuerdo con la AMVO que se haya generado un avance de entre 2 y 3 años de tiempo a las ventas en línea y a todo el sistema digital que actualmente se está implementando.
Será interesante analizar cómo las empresas enfrentan los retos que supone esta transformación, la logística que hay detrás de los centros de distribución y la forma en la que generarán nuevas cadenas de valor a través de las alianzas estratégicas o de la reinvención e innovación en la oferta de productos y servicios, será un reto que ponga a las empresas en una nueva dinámica de operación pero que sin duda puede tener beneficios sumamente importantes aún más en tiempos de crisis.