Durante años el financiamiento empresarial ha sido un tema de análisis corporativo que implica la decisión de hasta qué punto es buena idea el endeudamiento. Por un lado, es necesario para cubrir los requerimientos de capital y solvencia de las empresas, pero por otro es un reto que supone un adecuado manejo de los recursos que se obtienen a través de las distintas fuentes por las que se obtienen los mismos.
En este sentido, uno de los temas más preocupantes gira en torno a la estructura de capital de aquellas empresas que no tienen la robustez de las grandes corporaciones , en específico de las micro, pequeñas y medianas empresas que encuentran el financiamiento en el sector como poco competitivo para las condiciones de este ya que no se considera bien a bien cómo es la operación de las empresas del rubro.
La percepción generalizada recae en que el apoyo brindado es inadecuado, algunos de los factores señalados por empresarios de estos sectores son:
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Tasas elevadas
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Procesos de revisión largos
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Trámites burocráticos y poco automatizados
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Garantías difíciles de cumplir
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Escaso conocimiento de la industria
No obstante, durante este periodo de crisis por el confinamiento y la pausa en operaciones las PYMES han sido de las primeras en idear nuevos modelos de negocio con el objetivo de aprovechar las nuevas tendencias en el mercado y nuevas formas de consumo que se han derivado por la contención sanitaria. De la misma forma deben buscar alternativas para aprovechar las oportunidades detectadas durante este periodo. Estas opciones dependerán de la industria en la que se encuentre cada empresa, deben de buscar y proponer nuevos esquemas de financiamiento, dentro y fuera del sector bancario, de modo que se promueva el crecimiento para llevar a cabo los proyectos de inversión para impulsar a las PYMES como combustible de la recuperación económica.
En conclusión, se están viviendo tiempos de incertidumbre financiera que en el sector empresarial encuentran solución en la formulación de políticas de los actores que ofrecen financiamiento, la conservación del aparato productivo debe ser uno de los muchos elementos a priorizar en las mentes de quienes tienen la función de evitar o mitigar los efectos económicos de la pandemia y de los riesgos que actualmente se enfrentan, es momento entonces de reinventar los esquemas de financiamiento y optar por aquellas opciones novedosas que se acoplen a las necesidades de las empresas, cambiar las reglas del juego y optar por financiamientos inteligentes que contribuyan a la autosuficiencia de los modelos de negocio modernos.