El análisis financiero tiene 3 variantes: análisis fundamental, análisis técnico y análisis cuantitativo. El primero se enfoca en determinar el valor intrínseco de un activo, evaluando si está sobrevalorado o subvalorado. El segundo, en predecir los movimientos futuros del precio de mercado del activo a partir de la identificación de patrones y tendencias. Y, en cuanto al tercero, «desentrañar» el comportamiento del activo mediante el uso de técnicas matemáticas y estadísticas.
Teóricamente, los 3 análisis deben complementarse para obtener una mejor visión del activo al momento de tomar una decisión de inversión; sin embargo, en la práctica, esto no es así, razón que explica el surgimiento de la corriente fundamentalista y la corriente técnica, y, con ello, la derivación de los enfoques de inversión «en valor» y «de corto plazo» o trading.
Si bien tanto por terminología como por mera atribución matemática, el valor intrínseco y el precio de mercado difieren entre sí, pues mientras el primero representa un valor justo, el segundo refleja el resultado del proceso de compra y venta en un lapso determinado (diario, semanal, mensual, trimestral y anual), desde una perspectiva subjetiva, ni el inversionista en valor podría omitir el precio de mercado, ni el trader podría ignorar al valor intrínseco, al tiempo que, un enfoque de inversión de largo plazo no puede subestimar las reacciones diarias y naturales sobre los precios de mercado como un enfoque de corto plazo no debe obviar el ciclo económico o la tendencia secular del mercado.
Veamos un ejemplo sencillo de qué factores deben analizarse (sin importar el enfoque de inversión de nuestra preferencia) con la acción de Starbucks Corporation (NASDAQ: SBUX).
La primera etapa consiste en definir el marco temporal. Como tal no existe una regla específica, para lo cual debe considerarse la tendencia principal de la acción, el ciclo monetario o bien, el económico como el punto de referencia. Sin pretender adelantarme, para el caso de SBUX, la consideración fue su trayectoria de largo plazo, la cual dio comienzo a principios de 2009.
Dos preguntas que debemos hacernos antes de invertir en cierto activo son: ¿de dónde viene? Y ¿hacia dónde va? Para lo cual es determinante identificar la tendencia principal, la tendencia de mediano plazo y la tendencia de corto plazo (Gráfica 1).
Analizando las 3 tendencias para el caso de SBUX (de izquierda a derecha y de arriba a abajo) podemos visualizar que la acción, en los últimos 15 años, ha tendido al alza, pero que, tanto en la trayectoria de mediano plazo (desde el 9 de abril de 2020) como la de corto (desde el 13 de agosto de 2024), se ha perfilado hacia la lateralidad (con un sesgo bajista en la primera).
Otro dato que resulta interesante son los retornos trimestrales en el marco temporal base y el de mediano plazo, con la finalidad de identificar alguna estacionalidad al realizar un análisis de un periodo específico.
En el periodo de observación, la acción ha registrado un retorno promedio mensual del orden de 1.98%. Ahora bien, concentrándonos en los cuartos, de forma general, tiende a registrar plusvalías crecientes conforme pasa el año, siendo el mejor el último con un retorno promedio del orden de 3.46%. A su vez, en la segunda tendencia, si bien continúa respetando ese patrón de comportamiento, el segundo trimestre rompe el esquema, anotando una minusvalía media de -1.28% (Gráfica 2).
Del mismo modo que el punto previo, hay que adentrarnos a los meses para identificar en cuáles se absorben las mayores plusvalías y minusvalías según corresponda.
Globalmente, los meses de enero destacan por ser en los que ha tendido a tener las mayores minusvalías, de -1.13%, mientras que los meses de noviembre se posicionan por ser en los que suele anotar las plusvalías más altas, de 7.75%. En tanto, en la tendencia de mediano plazo, el retorno ha sido de 1.95%, tendiendo a registrar las minusvalías más amplias en mayo, de -3.53%, y las plusvalías más grandes en noviembre, de 10.44% (Gráfica 3).
¿Qué conclusión podríamos sacar?
De acuerdo con el promedio de los precios objetivo para esta acción del consenso de analistas, que es de US$ 102.52, actualmente (al cierre de la sesión bursátil del 18 de octubre de 2024), ésta se encuentra subvaluada, pudiendo esperar un retorno potencial de 5.86%, pero si se considera exclusivamente la óptica técnica de corto plazo, el techo se sitúa en MXN $100, se ve complicado que la acción alcance ese precio pronto.
No obstante lo anterior, al extrapolar las cifras de los retornos promedio por trimestre y por mes, notamos que la acción ha tendido a registrar un desempeño favorable en el último cuarto de cada año (en el que nos encontramos actualmente), siendo el onceavo mes cuando suele despegar.
¿SBUX respetará la tendencia (considerando únicamente la data cuantitativa)?
Teóricamente, los 3 análisis deben complementarse para obtener una mejor visión del activo al momento de tomar una decisión de inversión; sin embargo, en la práctica, esto no es así, razón que explica el surgimiento de la corriente fundamentalista y la corriente técnica, y, con ello, la derivación de los enfoques de inversión «en valor» y «de corto plazo» o trading.
Si bien tanto por terminología como por mera atribución matemática, el valor intrínseco y el precio de mercado difieren entre sí, pues mientras el primero representa un valor justo, el segundo refleja el resultado del proceso de compra y venta en un lapso determinado (diario, semanal, mensual, trimestral y anual), desde una perspectiva subjetiva, ni el inversionista en valor podría omitir el precio de mercado, ni el trader podría ignorar al valor intrínseco, al tiempo que, un enfoque de inversión de largo plazo no puede subestimar las reacciones diarias y naturales sobre los precios de mercado como un enfoque de corto plazo no debe obviar el ciclo económico o la tendencia secular del mercado.
Veamos un ejemplo sencillo de qué factores deben analizarse (sin importar el enfoque de inversión de nuestra preferencia) con la acción de Starbucks Corporation (NASDAQ: SBUX).
La primera etapa consiste en definir el marco temporal. Como tal no existe una regla específica, para lo cual debe considerarse la tendencia principal de la acción, el ciclo monetario o bien, el económico como el punto de referencia. Sin pretender adelantarme, para el caso de SBUX, la consideración fue su trayectoria de largo plazo, la cual dio comienzo a principios de 2009.
Dos preguntas que debemos hacernos antes de invertir en cierto activo son: ¿de dónde viene? Y ¿hacia dónde va? Para lo cual es determinante identificar la tendencia principal, la tendencia de mediano plazo y la tendencia de corto plazo (Gráfica 1).
Analizando las 3 tendencias para el caso de SBUX (de izquierda a derecha y de arriba a abajo) podemos visualizar que la acción, en los últimos 15 años, ha tendido al alza, pero que, tanto en la trayectoria de mediano plazo (desde el 9 de abril de 2020) como la de corto (desde el 13 de agosto de 2024), se ha perfilado hacia la lateralidad (con un sesgo bajista en la primera).
Otro dato que resulta interesante son los retornos trimestrales en el marco temporal base y el de mediano plazo, con la finalidad de identificar alguna estacionalidad al realizar un análisis de un periodo específico.
En el periodo de observación, la acción ha registrado un retorno promedio mensual del orden de 1.98%. Ahora bien, concentrándonos en los cuartos, de forma general, tiende a registrar plusvalías crecientes conforme pasa el año, siendo el mejor el último con un retorno promedio del orden de 3.46%. A su vez, en la segunda tendencia, si bien continúa respetando ese patrón de comportamiento, el segundo trimestre rompe el esquema, anotando una minusvalía media de -1.28% (Gráfica 2).
Del mismo modo que el punto previo, hay que adentrarnos a los meses para identificar en cuáles se absorben las mayores plusvalías y minusvalías según corresponda.
Globalmente, los meses de enero destacan por ser en los que ha tendido a tener las mayores minusvalías, de -1.13%, mientras que los meses de noviembre se posicionan por ser en los que suele anotar las plusvalías más altas, de 7.75%. En tanto, en la tendencia de mediano plazo, el retorno ha sido de 1.95%, tendiendo a registrar las minusvalías más amplias en mayo, de -3.53%, y las plusvalías más grandes en noviembre, de 10.44% (Gráfica 3).
¿Qué conclusión podríamos sacar?
De acuerdo con el promedio de los precios objetivo para esta acción del consenso de analistas, que es de US$ 102.52, actualmente (al cierre de la sesión bursátil del 18 de octubre de 2024), ésta se encuentra subvaluada, pudiendo esperar un retorno potencial de 5.86%, pero si se considera exclusivamente la óptica técnica de corto plazo, el techo se sitúa en MXN $100, se ve complicado que la acción alcance ese precio pronto.
No obstante lo anterior, al extrapolar las cifras de los retornos promedio por trimestre y por mes, notamos que la acción ha tendido a registrar un desempeño favorable en el último cuarto de cada año (en el que nos encontramos actualmente), siendo el onceavo mes cuando suele despegar.
¿SBUX respetará la tendencia (considerando únicamente la data cuantitativa)?