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El enemigo invisible

En los últimos días, leyendo The Zen of Python, texto escrito por Tim Peters en 1999 que comprende los 20 principios de software (hasta el momento escritos 19) que se utilizaron para el diseño de dicho lenguaje de programación, fue inevitable no prestarles nuevamente especial atención al segundo y cuarto precepto

  • Explícito es mejor que implícito, y
  • Complejo es mejor que complicado.

Si bien ambos aluden al campo de la programación, haciendo hincapié en la creación de un código legible y simple en Python, me daré el consentimiento de usarlos como base para explicarle a usted la diferencia entre tasa nominal y tasa real, aspecto elemental en la elección de un producto financiero.

La tasa nominal es el porcentaje obtenido a partir de un capital y una periodicidad específica. En un crédito, es la cantidad que se le cobrará al prestatario. En una inversión, la ganancia que percibirá el inversionista al final del plazo. 

A su vez, la tasa real expresa el interés real, permitiendo evaluar con explicitud cómo uno se está financiando, o en su caso, invirtiendo, pues ésta descuenta el efecto de un enemigo presente pero invisible, la inflación.

Desde la óptica de un inversionista, revisemos el siguiente caso:
Gráfica 1. Tasas nominales de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) de la subasta del 14 al 18 de junio del 2021. Fuente: elaboración propia con datos de Banxico.
Gráfica 1. Tasas nominales de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) de la subasta del 14 al 18 de junio del 2021. Fuente: elaboración propia con datos de Banxico.

Gráfica 2. Tasas reales de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) de la subasta del 14 al 18 de junio del 2021. Fuente: elaboración propia con datos de Banxico.
Gráfica 2. Tasas reales de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) de la subasta del 14 al 18 de junio del 2021. Fuente: elaboración propia con datos de Banxico.


Teniendo sobre la mesa estos datos, actualmente, los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) a cualquier plazo, en apariencia, son muy atractivos, pues estaríamos obteniendo una tasa de retorno promedio de 4.28% (Gráfica 1). Sin embargo, al considerar la tasa inflacionaria anual de mayo situada en 5.89% (una de las más altas registradas desde abril del 2017), al invertir en un CETE a cualquier plazo, la tasa de retorno promedio es de -1.53%; es decir, el rendimiento real que se percibiría es 7 veces menor que su tasa nominal (Gráfica 2).



Bien dicen por ahí “all that glitters is not gold”, lo que nos obliga a prestar mayor atención de nuestro entorno, en este caso del efecto inflacionario sobre nuestras inversiones. 

Las finanzas como cualquier otra disciplina tienen lo suyo, pero como pudo percatarse son complejas mas no complicadas. 
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