De manera muy sencilla y atinada, en Misión Financiera México las resumimos como altos estándares y mejores prácticas. Es necesario que todos sepamos identificar el corazón de ellas, por qué están tomando tanta relevancia, y cuál es su alcance. Vamos entonces a comenzar este blog puntualizando qué es esta rama de las finanzas, y describiendo una a una las características esenciales de su metodología.
Las finanzas sostenibles, también llamadas finanzas sustentables, son aquéllas que enfocan su estudio y aplicación a la persecución y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha definido 17 ODS fundamentales en su Agenda 2030 para mejorar la vida de todos sin dejar a nadie atrás. Todo el mundo es necesario para alcanzar estos objetivos ambiciosos, y se necesita la creatividad, el conocimiento, la tecnología, y los recursos financieros de todos los países miembros. Es aquí donde dada la importancia del último punto, las ciencias económicas y administrativas han reconocido la necesidad de crear un estudio especializado.
Como pudimos ver arriba en la imagen, el desarrollo sostenible atiende diversos ámbitos. Existe un término central y esencial que es el más importante en la disciplina financiera. Los criterios ESG (environmental, social, and governance por sus siglas en inglés) se refieren a los aspectos ambientales, sociales, y de gobernanza que toda empresa debe cuidar para salvaguardar la integridad de la madre Tierra, sus partes interesadas (stakeholders), y el negocio. ESG es entonces la terna de estándares que converge con la sostenibilidad.
El primer gran pilar, la E de ‘environment’, alude al medio ambiente. Podemos caer en cuenta de que objetivos como el de Agua Limpia y Saneamiento (6), Energía Asequible y no Contaminante (7), y Acción por el Clima (13), claramente corresponden a él. Una firma que vela por conservar la calidad de vida como activo prioritario cumple entonces con este criterio. Veamos cómo se complementa con los otros dos.
La segunda letra, la S de ‘social’, apunta a la sociedad. Dentro del programa de las Naciones Unidas puede resultarnos fácil asociar el Fin de la Pobreza (1), la Educación de Calidad (4), y la Igualdad de Género (5) como tres pertenecientes muy relevantes. Una compañía que trata a sus stakeholders por igual dentro y fuera de ella, y enfáticamente apoya a los grupos más vulnerables, es elegible para calificar altamente en este rubro.
El tercer y último principio, la G de ‘governance’, señala al gobierno corporativo. Este gobierno es el órgano que asegura que las decisiones sean tomadas de la manera más objetiva posible y sin conflictos de interés. Es crucial para formular e implantar las mejores prácticas en una organización. Parece que ninguno de los ODS trata de él, y es que la también llamada gobernanza va más allá. Gira en torno a los accionistas principales, al consejo de administración, y a los ejecutivos relevantes; a los salarios, la transparencia, y la operación de un ente y sus altos mandos.
Hoy en día, las principales firmas de México y el mundo están prestando especial atención a la intersección de las finanzas y la sostenibilidad. Bolsas de valores, administradoras de activos (asset managers), aseguradoras, fondos de pensiones, bancas de desarrollo, bancos de inversión, fondos de capital privado, e incluso reguladores están considerando los criterios ESG. Su relevancia es tal, que llegan a marcar la diferencia entre a quiénes se destinan recursos y a quiénes no. Un ejemplo muy claro del impacto que están representando se ve en BlackRock, la principal asset manager del mundo, quien se rige por la filosofía de encaminar la totalidad de sus inversiones a activos sostenibles desde finales de 2020.
Como conclusión, llevémonos el análisis de qué es la sostenibilidad, y la reflexión de cómo beneficia nuestras finanzas. De acuerdo a la Real Academia Española, es la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Pongámonos la cachucha de financieros y la corbata de inversionistas, y pensemos dos veces en qué estamos dispuestos a invertir; si en emisoras bursátiles, proyectos, e instrumentos con bajo o nulo impacto, o si en productos y soluciones con alto impacto. Las finanzas sostenibles requieren sofisticación, altos estándares y mejores prácticas.
Te invitamos a contactarnos para conocer más sobre las finanzas sostenibles. Impulsamos la cultura, prosperidad, y sostenibilidad mediante contenido y servicios con valor agregado. ¡Acompáñanos en esta Misión!
Christian Fernández
Fundador y Manager
Misión Financiera México