A principios de octubre en el artículo ‘El desplome del oro (y la advertencia para el peso), dijimos que ante la entonces mayor especulación por una posible alza de tasas de interés a cargo de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, el precio del metal precioso podría seguir sufriendo. Advertimos que si rompía el fuerte soporte de los 1,250 dólares (USD) la onza, el siguiente paso sería ir por los 1,200 USD. Sucedió el rompimiento y al cierre de este artículo cotiza ya en 1,206 USD.
Al mismo tiempo, explicamos que esta presión se extendería al peso mexicano.
Nuestra conclusión fue que si ganaba Trump –como finalmente ocurrió-, dicha alza de tipos estaría garantizada. Mantenemos el pronóstico. La misma presidenta del Comité de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) de la Fed, Janet Yellen, ha dado pistas muy claras de que no va a decepcionar al mercado.
De hecho, lanzamos ahora una nueva advertencia para el peso: el Índice Dólar (que mide el valor de esa moneda frente a una canasta compuesta por el euro, el yen japonés, el dólar canadiense, la libra esterlina, la corona sueca y el franco suizo), está en niveles máximos no vistos desde hace 14 años (ver gráfico).
Esto significa que la divisa estadounidense se está apreciando no sólo frente a las de mercados emergentes, sino incluso contra las de las economías desarrolladas.
Es importante porque aún el dólar es percibido por el público como el ‘refugio seguro’ ante momentos de incertidumbre y miedo globales, mismos que se han incrementado con la victoria de Donald Trump.
Si a esto le sumamos el factor China, otro de los países que junto con México está en la mira del presidente electo de Estados Unidos –y que tiene serios problemas internos por la súper burbuja crediticia que infló y ya explotó-, la mesa queda más que puesta para que el dólar se pueda fortalecer con ‘esteroides’.
No es casual que el yuan chino en lo que va del año se haya devaluado casi 6 por ciento, y que los capitales sigan buscando la manera de escapar del país asiático, el mayor consumidor de oro del mundo. Por cierto, este es uno de los factores que dan fundamento sólido de largo plazo al precio del metal precioso, pues los inversores chinos buscan desesperados protección contra la pérdida de valor de su divisa.
Por lo aquí expuesto, el contexto económico internacional, la aparente fortaleza de la economía estadounidense y la elección de Donald Trump, el alza de tipos de la Fed llegará en la próxima reunión del FOMC que concluirá el 14 de diciembre.
Banco de México hizo bien en subir el jueves su tasa objetivo en 50 puntos base (pb) a 5.25 por ciento, pero lo tendrá que volver a hacer cuando menos en la misma proporción en su anuncio de política monetaria del 15 de diciembre.
Estas alzas –que aquí apoyamos- no sirven ni son para abaratar el tipo de cambio del peso frente al dólar, como algunos erróneamente piensan. No es la labor del banco central ni tiene porqué serla. Su trabajo tiene que enfocarse nada más en las presiones inflacionarias, que siguen en ascenso.
En suma, a pesar de las bajas temporales que se están presentando, la debilidad del oro y del peso continuará en favor del dólar. Hay un riesgo real de que el dólar se infle demasiado y alcance niveles de burbuja. Ojalá nos equivoquemos, pues no sería una buena noticia para nadie.