En este blog estamos dando seguimiento a la “guerra global” contra el uso de efectivo. En una batalla más, el influyente periódico alemán Handelsblatt indicó que el consejo del Banco Central Europeo (BCE) ha empezado oficialmente una fase para eliminar los billetes de 500 euros.
El presidente del BCE, Mario Draghi, aseguró estar “considerando actuar en ese frente”, durante su comparecencia ante el Parlamento Europeo. En los próximos meses, el consejo decidirá sobre este tema, pero es un hecho que su argumento central será: combatir el “lavado de dinero”.
Como he explicado en este blog, de lo que se trata es de la necesidad de ir eliminando paso a paso el uso de billetes por una razón de fondo, está empujar cada vez más las tasas de interés negativas. Por tanto, a quienes prestan, en lugar de ganar un rendimiento, se les cobre una penalización por ello.
Parten de la idea errónea de que al estimular la expansión de la demanda y el endeudamiento exponencial, se propiciará el crecimiento económico. Este error terminará por agravar aún más la crisis actual.
Además, los intervencionistas obtienen un beneficio adicional: la confidencialidad de las transacciones del público dejaría de existir en un mundo donde sólo se usara dinero electrónico. El Estado policíaco se habría impuesto.
¿Por qué les resulta fundamental eliminar el uso de efectivo? Porque si a los ahorradores se les va a castigar por mantener su dinero “durmiendo” en una cuenta bancaria, lo que se puede esperar es que lo retiren para evitarlo. No ganarán rendimientos, pero al menos, no perderán en términos nominales.
El paso que piensa dar el BCE se inscribe en esta política. El total de la emisión de billetes de €500 representa la segunda en valor sólo después de la de €50, su eliminación conlleva borrar 307 mil millones de euros.
Esto significaría que la divisa en circulación en la eurozona se desplomaría alrededor de 30 por ciento. Un golpe fuerte, al derecho de las personas a utilizar lo que quieran para sus transacciones, sin que por ello se presuma dolo o mala fe.
Si la Zona Euro avanza como parece, no dude que en Estados Unidos las voces que ahora proponen que se prohíba el uso de los billetes de 100 dólares para “detener la evasión fiscal, el crimen financiero, el terrorismo y la corrupción” se sigan multiplicando.
En México no estamos exentos de esta corriente global. No se sorprenda si en los próximos meses las autoridades de nuestro país inician una nueva campaña en el mismo sentido.
Este tipo de propuestas peligrosas para la gente, se venden como “buenas”. Lo hacen para el que se oponga a ellas corra el riesgo de ser señalado como apologista del crimen. ¿Quién se puede oponer a que se combata la corrupción? ¿Quién puede decir que no se acabe con el terrorismo? ¿Quién podría estar en contra de que ataque al crimen?
El problema es que detrás de estos discursos se esconden las verdaderas intenciones de los políticos, un grupo que no es de fiar.
Como hemos explicado, después de la abolición del efectivo la lista de refugios contra la sinrazón que impera en el sistema monetario actual, se verá reducida. Los “planificadores centrales” seguirán inflando burbujas en activos, cuya explosión, continuará empeorando las presiones deflacionarias que cunden por todo el planeta.
Destruir los ahorros de la gente y el capital productivo, tendrá consecuencias muy graves. Es imperativo buscar refugios financieros auténticos.