El miércoles 29/10/2014 la Reserva Federal de los Estados Unidos comunicó la finalización de su plan de estímulos “flexibilización cuantitativa” (QE3, en inglés). Esta decisión era fácil preverla, y los manipuladores lo utilizaron para inducir una baja muy pronunciada en el precio de los metales preciosos, como el oro y la plata que el viernes cayeron a mínimos de cuatro años.
Como ya hemos explicado con anterioridad aquellos poderosos que manejan el mercado, sólo se tienen que ceñir a empujar cuesta abajo la bola de nieve con una venta lo suficientemente grande como para arrastrar las cotizaciones, y con ello que se disparen las órdenes “stop loss” que magnificarán los efectos. De esta forma el oro disminuyó de los 1,180 dólares la onza troy, y cerró la semana en 1,173.30. Intradía bajó hasta casi 1,160. Por otro lado la plata cerró en 16.24 dólares la oz.
¿Cómo sabemos que son operaciones manipuladas? Pues bien, las caídas fueron dirigidas en el mercado del papel (futuros y forwards), y no reflejaban lo que ocurría en el mercado físico. Estas pistas las podemos encontrar en los indicadores que aporta la Nueva Escuela Austríaca de Economía, la Base y la Cobase del oro y la plata, esto se comentara más adelante.
Ya expusimos como los ultra-ricos están registrando compras récord de lingotes de 12,5 kg de oro. También que las ventas de productos de metales preciosos en las principales casas de moneda del planeta, están en niveles históricos. En India, China, México y otros países, los sobreprecios en barras y monedas de metal fino, se han disparado a entre 15 y 20% sobre el precio spot (al contado), muy por encima de niveles normales.
Los que siguen la Base y la Cobase del oro y la plata esto no les sorprenderá, ambos indicadores son señal de cómo está la oferta y la demanda en forma física. En lo que respecta a los metales preciosos, este tipo de tenencia es la importante ya que no constituye ningún tipo de promesa de pago, en cambio cualquier certificado de papel, sí lo es. Por esta razón es que les interesa a los inversores en valor, puesto que saben que no hay mejor seguro financiero que el oro seguido de la plata. Por otro lado, los especuladores, sí se interesan por las inversiones en papel, por lo que su atención se concentra en el precio del metal precios, no en el valor, representado siempre en términos de divisa como son en dólares, pesos, euros etc. La mayoría de estos inversores sí que se preocupan por si el precio sube o baja.
Los inversionistas más experimentados, que la gran mayoría se encuentran en Asia, no se preocupan por la caída del de los metales preciosos, de hecho lo agradecen ya que así, los compran más barato. Como acumulan con periodicidad, comprar a mejores precios implica que su costo promedio de adquisición continúe decreciendo. Para los inversionistas sus pertenencias en oro son un tema de salud como un asunto de poder.
Como comentamos en octubre, según las lecturas de Base Y Cobase, la plata estaba en backwardation. EL oro al no tener la misma condición, pudimos ver que era más susceptible de nuevos ataques, y como sucedió, la pareja de metales monetarios se puso a la par en una backwardation, que se disparó con el desplome de finales de octubre. El siguiente gráfico, procedente de Sandeep Jaitly, nos lo muestra. La Base y la Cobase del oro aparecen en azul y rojo, respectivamente.
La backwardation ocurre cuando el precio al contado (spot) es más alto que el del contrato de futuros más activo, como en este caso, el de diciembre. Cuando lo normal es que sea al revés. Por esto, la Base, diferencia entre el precio futuro y el spot, ha de ser positiva; la Cobase, diferencia entre el precio spot y el futuro, negativa. Cuando la curva se invierte y tenemos base negativa y cobase positiva, aparece la backwardation.
La backwardation quiere decir que hay “escasez” de oferta de oro y plata para una fuerte demanda física. Por eso quien los quiera para hoy, deberá pagar un sobreprecio que hace que la cotización con entrega futura se abarate.
En conclusión, con un precio descendente, que en principio debería significar una falta de demanda de esos metales, gracias a la backwardation sabemos que el apetito por el oro y la plata físicos es muy fuerte. Todo ello demuestra la desconexión que existe entre el mundo y el del papel, y ésta es la principal huella que dejan los manipuladores. El problema proviene en que al estar operando, van vaciando poco a poco las arcas occidentales en beneficio de las asiáticas, de donde el oro y la plata no volverán. Un cambio global de poderes está en marcha.