Continúa la presión hacia la baja de los metales preciosos monetarios, sobre todo para el oro. Un ejemplo de ello es el paso del precio de la onza de oro de 1,327.50 donde se situaba el 1 de julio a 1,285.25 precio con el que finalizó el mes según informa London PM Fix. La tendencia bajista se debe a que el mercado estaba en Contango, es decir, en el mercado había demasiado metal físico.
Si tenemos en cuenta la Base (diferencia entre el precio del contrato de futuros y el precio al contado), normalmente los futuros son más caros que su precio al contado, por tanto, si hay Contango, la curva de precios es ascendente. En cambio, en caso de que la diferencia de Base sea negativa, la curva de contratos de futuros activos se conoce como Backwardation.
Respecto a la Cobase, es la diferencia entre el precio al contado y el precio del contrato de futuro más activo. Esto conlleva a que si el resultado es negativo, el Backwardation tiene una Cobase positiva.
El Contango muestra la abundancia de metal en el mercado, pero en cambio, la Backwardation muestra presencia de escasez. Cabe destacar que el oro a pesar de ser escaso por naturaleza, es una materia prima que se atesora y no se consume, por ello no escasea y siempre cuenta con un dueño.
La escasez del oro mostrada por la Backwardation se debe a la posesión de sus propietarios y mantenerlo a determinados niveles de precio.
Cada vez que se produce una caída en el precio del oro, disminuye el oro que hay en circulación. A partir de la Base y la Cobase, se puede observar el nivel de Backwardation como bien indicaba la Nueva Escuela Austríaca de Economía.
En el siguiente gráfico aportado por Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com, se puede observar como el oro en el mes de agosto a través de las líneas discontinuas consiguió disparar la Backwardation. En cambio, en el mes de diciembre, el oro continua en Contango, lo cual indica al romper hacia arriba que la fase de Contango del oro podría estar llegando a su fin si se producen bajas en la cotización.
Respecto al ratio de bases y cobases tanto del oro como de la plata, como se puede observar en el siguiente gráfico, indica que la plata mantiene un mejor comportamiento actualmente que el oro, es decir, en caso de caídas, la plata tendrá una menor caída y en caso de subidas, la plata aumentará en mayor medida. Por otro lado, también se podria dar el caso de que el oro sufriera una caida mientras que la plata se apreciase.
Debido a que no nos encontramos aún en la fase de Backwardation, en agosto se puede producir presiones hacia la baja, pero en caso de una gran caída, se debería observar como una oportunidad para conseguir posiciones en metales preciosos de manera física, sobre todo de plata por su potencial superior al del oro.
La tendencia final del Backwardation es conseguir una permanencia, consiste en esperar a que caigan los precios para poder acumular más metales preciosos y que no se encuentren en circulación.
Con todo esto, es posible que el metal disponible en el mercado llegue a su fin porque sus poseedores no lo venderán hasta que el precio no refleje el valor real del metal, pero ¿qué repercusión tendrá en el mundo la existencia en unos pocos del oro y la plata? La verdad que puede suponer un desastre para aquellos que no cuenten con metales preciosos en su poder.