El jueves 17 de julio tuvo lugar la caída en Ucrania del avión Boeing 777 de Malaysia Airlines. El avión cayó cerca de la frontera rusa en un área separatista en el cual siguen habiendo enfrentamientos entre Ucrania y Rusia, debido al lanzamiento de un potente misil tierra-aire.
Tras la caída del avión, en el cual viajaba a Kuala Lumpur desde Ámsterdam, fallecieron cerca de 300 personas entre tripulación y pasajeros. Se trata de otro desastre para la aerolínea Malaysia, ya que en el pasado mes de marzo el Boeing B777-200 desapareció de los radares tras haber despegado de Kuala Lumpur con destino a Beijing.
Ahora el problema radica en conocer quien fue el culpable del siniestro, los tres candidatos son las autoridades ucranianas, rusas y líderes separatistas.
Según Andrei Purgin, líder prorruso, estaba seguro que el ejército ucraniano había disparado el misil, pero no ofreció prueba alguna.
Según Antón Gueráshenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania, la zona desde la que fue disparado el misil está bajo control de los separatistas y no hay tropas ucranianas.
Cabe destacar que dada la altitud a la cual viajaba el avión, 10 mil metros, sólo un armamento militar especializado puede alcanzar al avión.
Según los separatistas ellos no cuentan con tal capacidad de fuego
En cambio los ucraniaos aseguran que ellos no usan ese tipo de armamento contra los rebeldes
Como podemos observar hay grandes discrepancias entre ellos, pero aún así, ellos son los principales sospechosos.
Según indican los medios sociales VK, puede pertenecer a Igor Strelkov (jefe rebelde de la República Popular de Donetsk) por el mensaje derribamos un An-26 cerca de Torez. Está cerca de la mina Progreso. Les advertimos que no volaran en nuestros cielos.
En caso de que se compruebe la veracidad de ese mensaje, los separatistas podrían ser los que hubieran disparado el misil por una mera confusión, puesto que se trata del mismo lugar en el cual se produjo el accidente con el avión de Malaysia Airlines.
Por otro lado, los medios sociales VK, confirman que en la cuenta oficial de Twitter de la “República Popular de Donetsk”, se publicó un tuit el cual después fue borrado en el que aseguraban que los "sistemas de misiles autopropulsados tierra-aire Buk han sido incautados por la DNR al regimiento (ucraniano) de misiles tierra-aire A1402”.
Cabe destacar el hecho de que Gueráshenko especificó que el misil había sido disparado desde el lanzador “Buk”, el cual tiene un alcance de hasta 25 mil metros. Esta afirmación implica que los separatistas en realidad contaban con esta tipología de armamento.
Por contra, hay noticias que indican que previamente la semana pasada se habían estado utilizando cohetes de esta tipología con el fin de derribar helicopteros y aviones ucranianos. En definitiva, los rebeldes contaban con misiles Buk aunque existe la posibilidad de que se trate de una estrategia para incriminar a los rebeldes y que enrealidad se hubiera hackeado todo.
Respecto al ejército ucraniano, no queda libre de sospecha puesto que el vuelo civil 1812 de Siberia Airlines en octubre de 2001 fue derrumbado por un cohete S-200 disparado por las fuerzas armadas ucranias durante ejercicios militares. En este incidente murieron un total de 78 personas.
En cuanto a la idea de que los ucranios derribaron el avión en el año 2001 pensando que pertenecia a Vladimir Putin (el presidente ruso), es una idea absurda puesto que el ejército de Kiev siempre ha temido una contra por parte de Moscú, el cual supondría la aniquilación de su ejército y el fin de su gobierno.
Por otra parte, el tercer sospechoso de manera indirecta es Rusia, ya que apoya a los separatistas ucranianos. Rusia en contra de los separatistas cuenta con el conocimiento requerido para saber utilizar el radar, apuntar y otras prácticas que requieren entrenamiento.
El problema radica en que los aviones de vigilancia de la OTAN que suelen patrullar los países bálticos, fno puedieron identificar el origen del ataque.
En conclusión, este conflicto no finalizará bien. Nadie va a aceptar la culpabilidad de estas prácticas. El problema es que como siempre los perjudicados son las víctimas, que además de la pérdida, no podrán conocer al verdadero culpable para que pueda pagar por sus actos. Ojalá se haga pública la verdad.