Brasil estaba considerado como el quinto campeón del mundo, pero todas sus ilusiones han caído dado que ha perdido la Copa Mundial de la FIFA 2014. El país que posibilitó la caída del gran campeón fue Alemania, por ello ahora el Gobierno de Dilma Russeff de Brasil cuenta con una gran cantidad de quejas por parte de sus ciudadanos debido al elevado gasto público que supuso para el país organizar el Mundial 2014.
El problema es que estamos ante el mundial más caro del mundo, tras haber invertido Brasil en él alrededor de 12 mil millones de dólares, es decir, 150 mil millones de pesos. Lo peor de todo es que Brasil cuenta con graves problemas de pobreza y con diversas dificultades económicas.
Cabe destacar que del año 2009 hasta el año 2013, el PIB de Brasil aumentó un 2.6% (muy poco) y el gobierno comentió diversos errores al efectuar su política económica como la subida del precio el transporte público en Sao Paulo y Rio de Janeiro. Por otro lado, a pesar de que mejoró las infraestrucutras del país, un tercio del presupuesto se destinó a la construcción o renovación de los estadios de fútbol para el mundial, así como se pudo observar incrementados los presupuestos.
Respecto a las explicaciones que aportó la FIFA al respecto del gasto, aseguró que los doce estadios nuevos fueron decisión del propio país y que además se habían reducido costes. El problema de Brasil no fue que aumentó su gasto, sino que no se preocupó por incrementar también el gasto en educación, salud o educación, factores necesarios para mejorar el futuro del país.
Brasil ahora mismo se encuentra en uno de sus peores momentos ya que no sólo cuenta con el descontento social de haber visto reducido los gastos sociales, sino que además, toda la inversión realizada en Brasil con el fin de que fuera uno de los mejores mundiales e la historia y que por supuesto ganara el anfitrión, ya no se va a producir. Aunque en realidad, en el caso de que hubieran ganado, sólo tendrian esa alegria porque los problemas de raíz de Brasil continúan estando.
Por otro lado, si hacemos memoria, el año en que fue designado Brasil como sede del Mundial 2014, se produjo en el año 2007, año en el cual aún no había estallado la crisis financiera global. Entre las características de Brasil que favorecieron su elección, destacaba la fortaleza y la gran capacidad del país para crecer económicamente, sobre todo al contar con China.
Brasil forma parte de los BRICS, y esperaba poder superarse y convertirse oficialmente en un país desarrollado, pero le ha ocurrido lo mismo que a México en los años noventa. Podríamos decir que el que Brasil perdiese contra Alemanía, es similar a su situación económica actual.
En cuanto a las elecciones presidenciales en Brasil, tendrán lugar en el mes de octubre. Rousseff es uno de los candidatos favoritos para volver a salir escogido dada las elevadas promesas que realiza a sus ciudadanos, aunque el problema es que continuará con su política de gasto. Rousseff debería tener en cuenta que incrementar el gasto público no tiene por qué estimular la economía ni beneficiar a todos, ejemplo claro de todo es el Mundial de Brasil 2014 que es uno de los mayores fracasos de los brasileños.