La nueva historia de amor entre China y el oro del mundo ya es bien sabida, pero conocer sus razones es fundamental. En el reciente seminario de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, el tema fue tratado por el Profesor Antal Fekete, que aclaró que
China lo acumula de forma masiva como un arma contra Estados Unidos y su fraudulento sistema de dinero fíat (el dólar).
De esta forma, hemos hecho un recorrido en la ruta del oro de Occidente hacia Oriente, especialmente hacia India y China, el “nuevo” gran poseedor del oro. Cabe recordar que según cifras oficiales, la potencia asiática se convirtió el pasado 2013 en el principal consumidor del metal dorado. Sim embargo, estimaciones extraoficiales consideran que este hecho se consiguió años anteriores, cuando el Gobierno de Pekín inició de forma abierta su política de promoción de ahorro de los ciudadanos chinos en el metal, tras el comienzo de la crisis económica de 2008.
El camino EE.UU. – China en la fuga del oro
La ruta suele seguir el camino Londres (capital del comercio mundial del oro) – Suiza – Hong Kong – China continental, pero comienza a dar señales de agotamiento e ineficiencia, pues las estadísticas oficiales y extraoficiales indican que los flujos de oro hacia Shanghái incrementan considerablemente en otros países, como por ejemplo los Estados Unidos.
Estados Unidos es de por sí un proveedor importante de China a través de Hong Kong, pues el pasado 2013 fue el segundo por detrás de Suiza. De hecho, las exportaciones totales estadounidenses a Hong Kong el pasado año llegaron hasta las 214.6 toneladas. En todo caso, lo especialmente llamativo ahora es que el pasado mes de enero, Estados Unidos exportó unas impresionantes 56.7 toneladas de oro a China, según cifras del Servicio Geológico del país (USGS, por sus siglas en inglés).
De forma más clara, en solo el primer mes de 2014 la potencia Norteamericana vendió a Hong Kong más de una cuarta parte del total exportado durante los doces meses anteriores. Es decir, podríamos estar ante el comienzo de una nueva fase en la que China, al estar agotando las existencias físicas de oro en Europa, se ve obligada a entrar de lleno en las existencias de oro de la bolsa americana. Los datos de los próximos meses nos podrán confirmar o no si este hecho es verídico, pero su apariencia en sí ya es relevante. En el gráfico anexado, cortesía de SRSrocco Report, lo podemos apreciar más claramente.
"Falso" superávit de oro de los Estados Unidos
Es igual de importante aclarar que, según el propio USGS, nuestros vecinos norteños tuvieron en 2013 una balanza comercial superavitaria en oro refinado por 389.7 toneladas. Como referencia, la producción total en 2013 fue de 231 toneladas, lo que significa que aproximadamente el 93 por ciento de ella (214.6 toneladas) fue a parar primero a Hong Kong y en segunda instancia a la China continental, pero también significa que de esas 389.7 toneladas de superávit, alrededor del 41 por ciento (158.7 toneladas más que el total extraído) fue perdido por los Estados Unidos en el mismo año.
El concepto de superávit suele tener implicaciones positivas, pero no en este caso para los Estados Unidos, que cada día pierda más y más oro en favor de sus propios dólares. Esto nos conduce a una nueva realidad: el mundo está despreciando al dólar americano y le demanda oro como pago.
Para ejemplificar tales pérdidas del metal precioso, basta con decir que éstas son más del triple que, por ejemplo, el total de las reservas de oro del Banco de México (Banxico), de poco menos de 123 toneladas. De ellas, sólo tres toneladas son reales en territorio mexicano y el resto lingotes “imaginarios”, pues Banxico es titular de una cuenta no asignada (unallocated account, sin barras específicas) custodiada por el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés).
Más curiosos es aún que el superávit comercial del oro en Estados Unidos haya ocurrido en el mismo año en que el país se negó de facto a entregar las reservas de oro demandas por el Bundesbank. De acuerdo al plan de repatriación de 300 toneladas en un plazo de siete años, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) debió entregar un promedio de casi 43 toneladas, pero sólo entregó cinco.
Estados Unidos "sabe" que el oro lo abandona
Está claro que tanto el Gobierno de Washington como la FED en Nueva York sabe que le metal más codiciado del mundo los abandona, pero dado que no puede detener el flujo comercial ante el escándalo y pánico que desembocaría tras la admisión de no contar con las suficientes reservas de oro físico, demora lo más posible la entrega del tesoro del oro donde ya lo debería haber entregado. La parte mala para los alemanes es que podrían pagar muy caro el no exigir una transferencia inmediata del oro, pese al costo política que les pueda acarrear.
Mientras los administradores del sistema global monetario no dejan de imprimir dólares a su favor, y de manipular los precios del oro a la baja, Oriente agradece dos cosas: primero, la oportunidad de comprar oro barato y, segundo, que les provean todo el metal precioso que desean. No es difícil intuir quién ganará esta guerra entre los que se quedan con el oro, el dinero real, y los que se quedan con el papel. De momento, Estados Unidos sólo se queda con lo segundo.