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Cuanto todo termine, habrá un desastre financero

Estos últimos días hemos visto algunas señales de lo que se aproxima en el mercado del oro y la plata. Desde el pasado viernes los precios de ambas materias primas (a excepción de ayer) acumularon alzas importantes que llevaron al oro a tocar los 1.419,50 dólares la onza (London PM Fix) este miércoles, lo que significó una ganancia de 4% en siete díasLa resistencia de los 1.400 dólares por onza troy, quedó atrás.
 
En el caso de la plata, el alza la condujo el miércoles hasta los 24,74 dólares la onza (London Fix), equivalente a un avance de 7.8% en una semana. En este caso, el metal blanco sí se ha topado con una resistencia mucho más fuerte en los 25 dólares.
oro y plata
Sin duda alguna, el detonante de estas subas fue la tensión creada en los mercados por el inminente ataque bélico de EEUU a SiriaPocas cosas hay tan alcistas para los metales preciosos monetarios, el petróleo y los bonos del Tesoro, como una guerra.
Los inversores van en busca de refugios seguros; los precios de los bonos del Tesoro –que se cree equivocadamente que son “libres de riesgo”, atenuaron el desplome que los llevó a alcanzar, con vencimiento a 10 años, un rendimiento de 2.89% el 21 de agosto, un máximo de dos años. Cabe recordar que el precio de los bonos y sus rendimientos se mueven en sentido opuesto. Así, un bono más caro paga menor tasa; uno barato, una más elevada. Al cierre de ayer jueves, el bono americano a 10 años tuvo un tipo de interés de 2.76%.
 
Este jueves, cuando se supone que las presiones bélicas por Siria cedieron, el petróleo WTI cayó desde un máximo de dos años, y el oro y la plata también resintieron presiones menores
 
Pero realidad es que no debemos creer en la falsa idea de que un ataque contra el país de Medio Oriente depende del resultado que arroje el reporte de los inspectores de Naciones Unidas. Si este fuera el caso para posponer o detener la intervención británica por ejemplo, no lo será para la estadounidense.
 
La administración Obama se quejó de que era demasiado tarde cuando Damasco dio la autorización para que entraran los enviados de la ONU, pero lo cierto, es que a la fecha también ha transcurrido suficiente tiempo como para fabricar “evidencia” que, justificarán, provendrá de acciones de inteligencia. Es de esperar que cuando ocurra el bombardeo, los metales preciosos, el petróleo y los bonos se vuelvan a disparar mientras los mercados accionarios, se desploman.
 
Al mismo tiempo en México, el tipo de cambio peso/dólar se vería desde luego muy presionado al alza. Jim Rogers, el gurú más afamado del mundo de las materias primas, dijo en entrevista con Reuters esta semana:
Poseo petróleo, oro y cosas así porque si va a haber una guerra, y parece que Estados Unidos está desesperado por tener una, van subir mucho, mucho más alto. Las acciones van a caer, algunos de los mercados en los que estoy corto (bajista) ya están bajando, las materias primas van a subir.
 
Rogers agregó que es la primera vez en la historia que todos los mayores bancos centrales del mundo están imprimiendo dinero al mismo tiempo a grandes velocidades para devaluar sus monedas y hacerlas “más competitivas”.
 
Esta grave anormalidad, tendrá el mismo resultado que todas las veces anteriores en que se ha querido solucionar una crisis con este absurdo método: una depresión económica peor que la que se quería evitar.
 
Dado que es imposible fingir para siempre que se puede crear riqueza de la nada, como el “dinero” papel, este experimento terminará por la fuerza del mercado que repudiará prestar más a deudores que ya tienen compromisos impagables, como Estados Unidos.
A eso se refirió también Rogers al final de su entrevista, sentenciando que cuando este mar artificial de liquidez concluya, veremos pánico en muchos mercados, incluyendo los desarrollados: “cuando esto termine, va a ser un enorme desastre”.
 
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