La situación actual en México y el mundo está generando un nuevo dinamismo en la toma de decisiones dentro de las empresas, forzando a los directivos a responder de la mejor manera ante el cierre de operaciones. Esto, como ya lo hemos dicho, ha acarreado, entre otros problemas, una disminución en el flujo de efectivo. Tan sólo en Estados Unidos el índice de desempleo se incrementó hasta el mes de abril un 14.7%, lo que representa cerca de 20.5 millones de personas sin trabajo formal.
La situación en México no es muy diferente, según el reporte del Instituto Mexicano del Seguro Social se han perdido cerca de 555 247 empleos, en algunos casos se debe a que las empresas no pueden sostener las plazas debido a que no tienen ingresos. Dejando de lado la negativa del Gobierno Federal hacia los grupos de empresarios que solicitaron apoyo en temas fiscales con el objeto de apoyar al empleo y la economía, las medidas de la cuarentena han provocado un redireccionamiento en las estrategias públicas, afectando directamente al trabajador mexicano.
Ejemplo de ello es el caso de BBVA que analiza la reducción de su plantilla, un nulo incremento salarial, cero promociones y una disminución del 40% de las vacantes que hay por jubilación, los puestos restantes no se podrán cubrir con contrataciones externas.
Alsea, por su parte, anunció a sus inversionistas un programa de reducción de gastos el pasado 19 de marzo, el cual implica otorgar licencias voluntarias sin paga. Si bien al poco tiempo su fundador y presidente tuvo que corregir dicha estrategia, para muchos empleados de la marca Starbucks ésta es una realidad.
De acuerdo con Larry Connor, fundador de The Connor Group, los mercados financieros han presentado buenas oportunidades debido a las utilidades sobre el capital invertido en un plazo de 8 días por casi 1.6 millones de dólares, monto que fue repartido a sus empleados como apoyo en esta crisis sanitaria.
México no es la excepción, desde el ecosistema Fintech, empresas como Cumplo y Donadora generaron un plan de apoyo para MIPYME. Dicha iniciativa contempla que la empresa se dé de alta en la plataforma de Donadora y externe sus necesidades de apoyo económico con respecto a la donación, el pago de los sueldos de sus empleados, la renta, etcétera.
Es así como esta crisis mostrará dos tipos de persona: por un lado, empresarios y directivos que trasgreden la ley, despiden a empleados ajustando sueldos y retienen salarios pese a cualquier negativa bajo la justificación de la continuidad del negocio; por otro lado, aquellos que innovan, buscan y ven más allá de la rentabilidad al asumir esos riesgos.
Al final de cuentas esta crisis servirá para mostrar como sociedad con quien sí se cuenta y con quien no. La única premisa aquí para los trabajadores, lejos de tener un seguro de desempleo, será la de siempre: “antes de firmar cualquier documento, asesorarse con un abogado”.
