Este año fuimos testigos de uno de los peores años para invertir. Los mercados a la baja y una creciente inflación dieron como resultado el replantearse la estrategia para poder sobrellevar una crisis cada vez más evidente. Pero ¿Cuáles fueron los momentos que más marcaron una diferencia en el mundo de las inversiones este año?
La inflación siendo el problema número uno
El factor que domina por completo el sentimiento de los mercados es la inflación. Este año se vivió la tasa más alta en los últimos 22 años en México (8,15% en julio) y con ello vinieron consecuencias que afectaron directamente al mercado de capitales. Es por ello que nos encontramos en una etapa de la economía para ser cautelosos.
Si bien la inflación general de la primera quincena de noviembre de 2022 fue de 8.14%, menor a lo esperado por el mercado, la inflación subyacente continuó al alza, alcanzando 8.66%. Esto quiere decir que los precios de los productos de consumo a corto y medio plazo tuvieron un aumento.
La condición número uno para que los mercados tengan un repunte sostenible es la moderación de la inflación. Los mercados podrían permanecer en un rango limitado por un tiempo, pero eventualmente deberían comenzar a recuperarse a medida que los bancos centrales se vuelvan menos agresivos con sus tácticas para controlar la inflación, y así dar oportunidad de equilibrar las carteras.
Las presiones de los bonos este año
En 2022, la Reserva Federal decidió subir las tasas a un ritmo no visto desde los años 70 y 80, con el objetivo de reducir la demanda y frenar el ritmo de la inflación. Este aumento en la tasa de política a corto plazo hizo que los precios de los bonos bajaran, ya que los inversores valoraron las expectativas de tasas de interés más altas. Como resultado, los bonos experimentaron la venta masiva más grande desde que comenzaron los registros en 1926, y no brindaron los beneficios de diversificación típicos.
Los bonos suelen actuar como un amortiguador de la volatilidad en las carteras y se mueven en la dirección opuesta a las acciones, proporcionando un amortiguador contra las pérdidas del mercado de valores. Los bonos, al entrar en un mercado bajista casi al mismo tiempo que las acciones, brindaron poca protección contra las caídas del mercado de valores.
Guerra en Ucrania y problemas energéticos
El conflicto armado entre Rusia y Ucrania desbalanceó los mercados internacionales e impactó en el precio de los hidrocarburos, lo que provocó un aumento en los precios, especialmente en los productos petrolíferos, como lo son las gasolinas.
Esto afectó de manera directa poniendo en mesa la incertidumbre. La guerra alteró fundamentalmente el orden económico y geopolítico mundial, como consecuencia los precios elevados de las materias primas aceleraron notablemente la inflación en América Latina y el Caribe.
En otros países de Europa y Oriente se sintieron más los efectos de la guerra, puesto que se tienen relaciones directas. Las consecuencias que se vieron durante este año es la reducción de la intermediación financiera y el comercio, resultado de las constantes sanciones que Rusia aplicó a Ucrania y sus aliados, causando inevitablemente una profunda recesión en esos países.
Como conclusión, 2022 nos deja la etiqueta de advertencia: "El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros".
No suponga que una inversión seguirá funcionando bien en el futuro simplemente porque se ha hecho bien en el pasado. El resto del viaje puede no ser fácil, pero creemos que la diversificación puede ayudar a allanar el camino.
No suponga que una inversión seguirá funcionando bien en el futuro simplemente porque se ha hecho bien en el pasado. El resto del viaje puede no ser fácil, pero creemos que la diversificación puede ayudar a allanar el camino.