La economía puede parecer aburrida, a pesar de ello, en mi primer artículo doy razones suficientes para dedicarle tiempo a esta materia; porque como suelo decir, el burócrata puede romper los platos e inevitablemente los pagarás tú.
En la primera parte vimos el rol de la política fiscal y la especial y peligrosa importancia que le dan los burócratas al gasto público.
Ahora toca hablar de la segunda política económica existente: la política monetaria.
A diferencia del artículo anterior, aquí no hay desarrollos matemáticos. No obstante, hay dos conceptos básicos que es necesario entender antes de continuar:
- Banco central: institución que crea dinero de la nada y lo inyecta en la economía.
- Inflación: subida generalizada de los precios en una economía, se suele dar de forma periódica y constante.
Introducción a la política monetaria
El dinero y los tipos de interés
La oferta monetaria es la cantidad de dinero que circula por la economía, la cuál es directamente determinada por los bancos centrales. Junto a la demanda de dinero (determinada por las necesidades económicas del resto agentes económicos) se determinan los tipos de interés de mercado.
¿Qué tienen que ver los tipos de interés con el dinero? Si consideramos los tipos de interés como el precio del dinero, éstos se comportan como el precio de cualquier otro bien según su oferta y demanda, aunque en este caso, el bien sería el dinero mismo.
Repaso para no entendidos: si aumenta la oferta de un bien, al ser más abundante, su precio disminuye. Si aumenta la demanda, al ser este bien más escaso, su precio aumenta.
Por tanto, cuanto mayor sea la cantidad de dinero circulando en la economía, menores serán los tipos de interés; y viceversa, cuanto más escaso sea e insuficiente para atender las necesidades monetarias de los agentes económicos, mayores serán los tipos de interés.
El aumento de la oferta monetaria (cantidad de dinero) se conoce como política monetaria expansiva, la cual irrevocablemente conlleva a una bajada de los tipos de interés como se puede observar en la siguiente gráfica.
Ms= oferta monetaria (money supply)
Md= demanda de dinero (money demand)
i= tipo de interés de mercado
Ms= oferta monetaria (money supply)
Md= demanda de dinero (money demand)
i= tipo de interés de mercado
Puede que alguien haya pensado que, si por el motivo que sea, aumenta la demanda de dinero y por tanto vuelven a aumentar los tipos de interés, entonces el efecto de una política monetaria expansiva quedaría anulado. Si eso sucediese, el banco central, simplemente aumentaría la oferta monetaria otra vez.
Todo esto quiere decir que los bancos centrales, especialmente los que pertenecen a las economías más desarrolladas, tienen la capacidad de controlar directamente los tipos de interés.
La inversión
Manipulando los tipos de interés, las políticas monetarias de los bancos centrales influyen directamente en la inversión que realizan los agentes económicos de una economía en particular.
- Cuando bajan los tipos de interés, algunos gobiernos se endeudan más para aumentar el gasto público, las empresas piden más préstamos para financiar sus proyectos y el consumidor solicita un crédito al banco para comprarse un coche, cualquier cosa cara que no necesite o hipotecarse. Al mismo tiempo, el ahorrador se ve más desincentivado en mantener su dinero en depósitos y busca instrumentos de inversión alternativos que les ofrezcan una rentabilidad superior según su perfil de riesgo.
- Cuando suben los tipos de interés, los agentes económicos se endeudan menos. A priori puede parecer algo malo, en realidad, esto no es así, porque de esta forma se evita que algunos individuos u organizaciones se sobre endeuden y se reducen riesgos de impago.
¿En qué se basan los bancos centrales para estimular o desincentivar la inversión en la economía de un país? Lo vamos a ver a continuación.
Objetivos del Banco Central
Los bancos centrales, mediante el control de la oferta monetaria, buscan establecer niveles de inflación moderados (normalmente entorno al 2%) y garantizar un crecimiento del empleo sostenible y/o combatir el desempleo.
Los keynesianos crearon una fórmula que interrelaciona la inflación y la tasa de desempleo, estableciendo así un marco conceptual de este fenómeno monetario. La llaman la curva de Phillips; si tenéis más curiosidad buscadla en internet, no os la pongo aquí porque probablemente os aburrirían ciertas complejidades técnicas.
La curva de Phillips : inflación vs desempleo
Según esta fórmula, hay una relación inversa entre la inflación y la tasa de desempleo. La relación es justificada de la siguiente forma: si más gente obtiene un empleo, entonces aumenta el consumo y, en consecuencia, la demanda, y por consiguiente, también los precios.
Por eso mismo, los bancos centrales no incentivan el pleno empleo, pero cuando creen que la tasa de desempleo se va a disparar debido a una recesión, sacan toda la artillería pesada y ametrallan la economía con dinero. Os explico por qué.
Si de repente la inflación se reduce por debajo del objetivo del banco central, no le va a temblar el pulso en inyectar montones de liquidez, porque cree que la economía ‘se está desacelerando’ y que la tasa de desempleo también va a aumentar.
Las inflaciones muy altas son un lastre para la economía, porque cada vez se requiere más dinero para comprar cualquier cosa. Además, si los salarios no crecen a un nivel superior al de la inflación, en términos reales, los agentes económicos están perdiendo poder adquisitivo porque ahora pueden comprar menos bienes que antes al ser éstos más caros.
Implicaciones negativas
- Los gobiernos son los principales beneficiarios de la inflación, porque el valor real de la deuda pública disminuye al aumentar los precios en la economía: todo es más caro que cuando el gobierno se endeudó.
- Efecto Cantillon: los más beneficiados de una expansión monetaria son los primeros que reciben el dinero porque se lo gastan a precios actuales, mientras que el resto de los agentes económicos ven su poder adquisitivo mermado tras este gasto.
- Las expansiones monetarias privilegian a los agentes económicos que se endeudan ante los ahorradores. Por un lado el crédito es más barato y por otro la remuneración del ahorro se ve reducida, lo cual en ocasiones se puede traducir como una falta de respeto hacia aquellos que deciden ahorrar porque el burócrata consideraba ‘que ahorran demasiado’.
- Desde la caída del patrón oro los bancos centrales se están mal acostumbrando a apagar fuegos mediante frecuentes inyecciones de liquidez ignorando factores como la productividad real de la economía y el peligroso nivel de endeudamiento que pueden alcanzar algunos agentes económicos, y en consecuencia, las repercusiones negativas que esto podría tener en el largo plazo.
- La inflación no afecta igual a todos bienes. Por eso los precios de la vivienda no paran de subir y a los jóvenes cada vez les cuesta más emanciparse, debido a que cuando bajan los tipos de interés se solicitan más hipotecas
- Los sectores improductivos que deberían quebrar se aprovechan de los recortes de los tipos de interés para endeudarse y sobrevivir, dando lugar a las denominadas empresas zombis. Esto tiene un coste de oportunidad muy elevado, porque estas empresas obtienen recursos tanto económicos como humanos que deberían redirigirse a sectores que puedan aportar mayor valor a la economía.
- La tecnología es deflacionaria. El avance tecnológico permite la reducción de costes y por tanto, el abaratamiento de productos y esto quiere decir que no es una deflación que se deba combatir. Sí que es cierto cada vez más las máquinas van reemplazando a las personas dejando a muchos trabajadores en el paro; y ese problemón no se puede solucionar simplemente imprimiendo billetes y generando inflación porque sí.
Conclusión
Todos los liberales en mayor o menor media estamos de acuerdo en que el tamaño del Estado debe ser muy reducido, en cambio, hay mayor divergencia en opiniones respecto al rol de los bancos centrales en la economía. Algunos son partidarios de que tenga un rol determinante, por ejemplo, para evitar recesiones eventuales. En cambio, para muchos, la salida del patrón oro supuso una tragedia. Por otro lado, los liberales más radicales hasta abogan por cerrar los bancos centrales para siempre.
No obstante, estamos de acuerdo en que los bancos centrales no se deben extralimitar con las políticas monetarias para evitar algunas de las consecuencias que he mencionado en el apartado de implicaciones.
Quien no sabe nada de economía cuando oye en las noticias que los bancos centrales están inyectando dinero en la economía para combatir una recesión cree que es algo bueno, pero si has llegado hasta el final de este artículo ahora sabes que “el dinero nunca es gratis”.
¡Hasta la próxima!
¡Hasta la próxima!