La construcción es uno de los principales potenciadores de la economía interna del país, y en este momento continua con un crecimiento débil. Eso conlleva una pobre e insuficiente mejoría en el nivel de vida de los mexicanos y por tanto, no se esta generando empleo.
Además la industria de la construcción se verá afectada por el recorte presupuestal a raíz de la caída en el precio del petróleo y su posible afectación a la industria de la construcción. También se ha dado a conocer que se evitaran las afectaciones de partidas hacia los municipios y los estados, razón que permitirá que no se cancelen las obras ya contempladas dentro de sus programas. Por otra parte, la suspensión de proyectos de alto impacto, como el tren México- Querétaro y la cancelación definitiva del tren transpeninsular, son medidas que ayudaran a dar prioridad a las circunstancias actuales del país.
Pero no todo son malas noticias, está previsto que en este año la industria de la construcción crecerá un 4.0% impulsada por la reanimación en la vivienda. La cifra es superior a los que se estima que el sector concluyo en 2014, de solo un 1.7% comparándolo con 2013.
Pero tendremos que esperar a finalizar el año, para ver si esta predicción se cumple. ¿Creeis que realmente se cumplira?