Cuando usted se encuentre leyéndome, seguramente, Estados Unidos de América ya habrá impuesto los aranceles punitivos del orden de 25% a las importaciones provenientes de Canadá y de nuestro país (al tiempo que tendremos conocimiento de la estrategia comercial que el gobierno mexicano dijo emprendería de suscitarse este hecho), y también muy posiblemente (si me está leyendo después del 6 de febrero), la tasa de interés objetivo del Banco de México (Banxico) estaría situada en 9.50% (considerando un recorte de 50 básicos).
Vamos por partes.
Hablando del primer punto, uno de los aspectos que abonó al boyante desarrollo económico mundial en la segunda mitad del siglo XX fue, sin lugar a duda, el proceso de liberalización comercial, pues cada país y región ha podido enfocar sus esfuerzos en expandir y perfeccionar una determinada industria; por ejemplo, Canadá en la industria minera y forestal o México en la industria automotriz y electrónica, y con ello potenciar su crecimiento. En esa misma línea y tal vez soy joven para aseverar lo siguiente, pero acceder a los mercados internacionales (bajo la perspectiva comercial) desde México durante la década de los 70’s o los 80’s era prácticamente imposible, siendo la informalidad o el contrabando la única vía para hacerlo y a un costo muy alto, no siendo hasta 1994, fecha en que fue firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), cuando se vio un mayor dinamismo del comercio exterior (manifestándose principalmente mediante las exportaciones). Hoy, y sin afán de exagerar (pues tanto la economía global como la mexicana no son las mismas que hace 40 años), la realidad es que esa apertura internacional podría desquebrajarse, conllevando no sólo a una proliferación del proteccionismo, sino también a un cambio de modelo económico – comercial.
En cuanto al segundo punto, que, de manera incidental, se relaciona directamente con el primero (o eso esperaría en lo que a la decisión de política monetaria se refiere), le he compartido desde hace tiempo mi suspicacia en torno a cómo el Banxico se ha comandado durante los últimos 3 años. Para empezar, la suma de los años de experiencia de los integrantes de la Junta de Gobierno (entendiéndose como el tiempo trabajado en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o en el banco central) se sitúa en 35 (considerando, además, que el viernes se cumplió ya 1 mes con sólo 4 integrantes y que, hasta el momento, la Presidencia de la República no ha enviado su propuesta de designación), su menor nivel desde que se logró su autonomía en 1994, cuando hace menos de 10 años (2017) se situaba en 157. Otro punto cuestionable (pero no tanto considerado lo ya señalado) ha sido la contraproducencia entre su actuar y su comunicación, pues en 2 ocasiones muy puntuales, las decisiones del 8 de agosto de 2024 y del 19 de diciembre de 2024, se optó por recortar el referencial cuando el balance de riesgos se ratificó al alza y los pronósticos inflacionarios se elevaron; recorriendo en esta última 3 trimestres, del 4T25 al 3T26, para que los niveles generales de precios converjan al objetivo. Finalmente, pero no menos importante, de acuerdo con el Programa Monetario 2025, dado el escenario deflacionario que se reanudó hace apenas 2 meses (siendo netamente estrictos), consideraría realizar recortes de mayor magnitud a los efectuados el año anterior pero ubicándose en niveles restrictivos, pudiendo deducir que serían de medio punto porcentual. En ese punto sería vital que el Banxico priorizará el análisis de los efectos que los aranceles generarán tanto en el dinamismo económico como en los mercados financieros por encima del comportamiento de la inflación en los meses recientes, considerando de inicio, un inevitable escenario de volatilidad cambiaria, pudiendo presentarse un escenario adverso en la inflación; si hay desaceleración, la demanda de bienes se contraería, y, si el peso mexicano se deprecia, la oferta de bienes se presionaría.
Dicho esto, si bien la eficiencia de la banca central va más allá del conocimiento técnico y el expertise de su órgano colegiado, su punto medular es la confianza del público inversionista, variable que, con lo ya mencionado y desde una perspectiva subjetiva, se ha mermado.
Dado el acuerdo conjunto logrado ayer entre Canadá y México con Estados Unidos de América para aplazar por 1 mes la implementación de las medidas arancelarias, me vi obligado a actualizar esta publicación no sin alterar su esencia.
La principal fuente de datos con la que cuenta un inversionista es la información histórica, siendo el punto medular para entender cuál ha sido el comportamiento del mercado para, con ello, realizar inferencias de hacia dónde podría ir. En otro sentido, con la mencionada resolución, podemos reafirmar que la política comercial de Trump es más bien una política de seguridad usada como una herramienta de tipo "estira y afloje" con aquellos países sobre los que guarda una gran ventaja y desea obtener algo.
Sintetizando, infortunadamente, no podríamos cantar victoria de la resolución alcanzada; sin embargo, las reacciones registradas en los mercados de capitales y de divisas durante la primera sesión bursátil de la semana nos da visibilidad sobre lo que podría suceder en eventos futuros de esta índole.
El par USDMXN, pese a la aseveración de muchos analistas en cuanto a que oscilando en niveles de MXN$ 20.70 ya podría considerarse el descuento de los aranceles punitivos, en los primeros minutos de operación de las Bolsas asiáticas se depreció 2.54%, alcanzando los MXN$ 21.17, niveles no vistos desde marzo de 2022. Hablando de las Bolsas internacionales, el EMM, por ejemplo, cayó 1.71%, y el URTH, -1.81%. Desagregando al mercado americano mediante los sectores SPDR, el XLK, el XLY y el XLI fueron los que más se vieron presionados a la baja, en los órdenes de -2.10%, -2.04% y -1.72%, respectivamente.
¿Usted, cómo aprovechará esta información?
Vamos por partes.
Hablando del primer punto, uno de los aspectos que abonó al boyante desarrollo económico mundial en la segunda mitad del siglo XX fue, sin lugar a duda, el proceso de liberalización comercial, pues cada país y región ha podido enfocar sus esfuerzos en expandir y perfeccionar una determinada industria; por ejemplo, Canadá en la industria minera y forestal o México en la industria automotriz y electrónica, y con ello potenciar su crecimiento. En esa misma línea y tal vez soy joven para aseverar lo siguiente, pero acceder a los mercados internacionales (bajo la perspectiva comercial) desde México durante la década de los 70’s o los 80’s era prácticamente imposible, siendo la informalidad o el contrabando la única vía para hacerlo y a un costo muy alto, no siendo hasta 1994, fecha en que fue firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), cuando se vio un mayor dinamismo del comercio exterior (manifestándose principalmente mediante las exportaciones). Hoy, y sin afán de exagerar (pues tanto la economía global como la mexicana no son las mismas que hace 40 años), la realidad es que esa apertura internacional podría desquebrajarse, conllevando no sólo a una proliferación del proteccionismo, sino también a un cambio de modelo económico – comercial.
En cuanto al segundo punto, que, de manera incidental, se relaciona directamente con el primero (o eso esperaría en lo que a la decisión de política monetaria se refiere), le he compartido desde hace tiempo mi suspicacia en torno a cómo el Banxico se ha comandado durante los últimos 3 años. Para empezar, la suma de los años de experiencia de los integrantes de la Junta de Gobierno (entendiéndose como el tiempo trabajado en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o en el banco central) se sitúa en 35 (considerando, además, que el viernes se cumplió ya 1 mes con sólo 4 integrantes y que, hasta el momento, la Presidencia de la República no ha enviado su propuesta de designación), su menor nivel desde que se logró su autonomía en 1994, cuando hace menos de 10 años (2017) se situaba en 157. Otro punto cuestionable (pero no tanto considerado lo ya señalado) ha sido la contraproducencia entre su actuar y su comunicación, pues en 2 ocasiones muy puntuales, las decisiones del 8 de agosto de 2024 y del 19 de diciembre de 2024, se optó por recortar el referencial cuando el balance de riesgos se ratificó al alza y los pronósticos inflacionarios se elevaron; recorriendo en esta última 3 trimestres, del 4T25 al 3T26, para que los niveles generales de precios converjan al objetivo. Finalmente, pero no menos importante, de acuerdo con el Programa Monetario 2025, dado el escenario deflacionario que se reanudó hace apenas 2 meses (siendo netamente estrictos), consideraría realizar recortes de mayor magnitud a los efectuados el año anterior pero ubicándose en niveles restrictivos, pudiendo deducir que serían de medio punto porcentual. En ese punto sería vital que el Banxico priorizará el análisis de los efectos que los aranceles generarán tanto en el dinamismo económico como en los mercados financieros por encima del comportamiento de la inflación en los meses recientes, considerando de inicio, un inevitable escenario de volatilidad cambiaria, pudiendo presentarse un escenario adverso en la inflación; si hay desaceleración, la demanda de bienes se contraería, y, si el peso mexicano se deprecia, la oferta de bienes se presionaría.
Dicho esto, si bien la eficiencia de la banca central va más allá del conocimiento técnico y el expertise de su órgano colegiado, su punto medular es la confianza del público inversionista, variable que, con lo ya mencionado y desde una perspectiva subjetiva, se ha mermado.
Dado el acuerdo conjunto logrado ayer entre Canadá y México con Estados Unidos de América para aplazar por 1 mes la implementación de las medidas arancelarias, me vi obligado a actualizar esta publicación no sin alterar su esencia.
La principal fuente de datos con la que cuenta un inversionista es la información histórica, siendo el punto medular para entender cuál ha sido el comportamiento del mercado para, con ello, realizar inferencias de hacia dónde podría ir. En otro sentido, con la mencionada resolución, podemos reafirmar que la política comercial de Trump es más bien una política de seguridad usada como una herramienta de tipo "estira y afloje" con aquellos países sobre los que guarda una gran ventaja y desea obtener algo.
Sintetizando, infortunadamente, no podríamos cantar victoria de la resolución alcanzada; sin embargo, las reacciones registradas en los mercados de capitales y de divisas durante la primera sesión bursátil de la semana nos da visibilidad sobre lo que podría suceder en eventos futuros de esta índole.
El par USDMXN, pese a la aseveración de muchos analistas en cuanto a que oscilando en niveles de MXN$ 20.70 ya podría considerarse el descuento de los aranceles punitivos, en los primeros minutos de operación de las Bolsas asiáticas se depreció 2.54%, alcanzando los MXN$ 21.17, niveles no vistos desde marzo de 2022. Hablando de las Bolsas internacionales, el EMM, por ejemplo, cayó 1.71%, y el URTH, -1.81%. Desagregando al mercado americano mediante los sectores SPDR, el XLK, el XLY y el XLI fueron los que más se vieron presionados a la baja, en los órdenes de -2.10%, -2.04% y -1.72%, respectivamente.
¿Usted, cómo aprovechará esta información?