Mucho más se habla y se escribe acerca de cómo y qué variables considerar al momento de comprar acciones que de cómo y qué variables considerar antes de tomar posiciones.
Ciertamente, una de las características principales del mercado de capitales es que su horizonte de inversión es de largo plazo; no obstante, lo anterior no significa que nunca deban venderse las acciones o, por lo menos, no todas.
Hablemos pues de la venta de acciones.
Primeramente, veamos cuándo y por qué no se debería cerrar posiciones (Tabla 1):
Primeramente, veamos cuándo y por qué no se debería cerrar posiciones (Tabla 1):
- I. Los movimientos diarios de las acciones como pueden ser al alza también pueden ser hacia la baja, aunado a que éstos, en ocasiones, podrían estar influenciados por hechos y sobrerreacciones triviales, por lo que basarse exclusivamente en ello para tomar una decisión, ya sea de entrada o, en este caso, salida, es insuficiente. En todo caso, sería más conveniente tomar en consideración horizontes temporales más amplios.
- II. Pese a que en la literatura se muestra que los precios de los activos respetan perfectamente la estructura de los patrones técnicos, no es una constante. En ese sentido, al crear una estrategia de inversión haciendo uso de éstos, es importante no fijar las intersecciones con tanta precisión, pues es poco probable que sean respetadas, siendo importante darles margen de maniobra a los precios antes de tomar cualquier decisión.
- III. La caída del precio las acciones es un fenómeno completamente natural y sano, por lo cual ver nuestras posiciones en rojo no tendría porqué influir de ninguna manera en querer prescindir de ellas, a menos que un análisis y datos duros nos indiquen lo contrario.
- IV. Partiendo en que una parte de los salarios de los altos ejecutivos son acciones, sus operaciones bursátiles, generalmente, suelen estar enfocadas en la obtención de liquidez que, de un retorno positivo, por consiguiente, replicar dichas operaciones podría ser una grandísima equivocación.
- V. Por increíble que parezca, hay ocasiones en las que estar contra el mercado es la mejor postura que se puede tomar.
Aunado a lo anterior, no olvidemos que, a final de cuentas, el proceso de inversión en Bolsa es unilateral.
Ahora, prosigamos a revisar algunos motivos por los que sería razonable vender nuestros títulos (Tabla 2):
- I. Uno de los dichos que más recuerdo de uno de mis líderes de mi primer trabajo fue que la labor del portfolio manager se asemeja a la del piloto de aviación por 2 razones. La primera porque que su labor, hasta cierto punto, es impredecible, conllevándoles, en todo momento, a tomar decisiones al vuelo. La segunda y última porque sobre ambos recae la misma responsabilidad: salvaguardar la integridad física y mental del cliente. Dicho esto, de la misma manera en que un piloto de aviación realiza despegues, aterrizajes y maniobras de emergencia, el portfolio manager debe corregir y rectificar al momento la estrategia de inversión, buscando la minimización de las pérdidas.
- II. En línea con el punto anterior, si se hacen presentes opciones de inversión que poseen una mejor relación riesgo – retorno, será idóneo hacer una evaluación completa y detallada de la cartera de inversión, preguntándonos sobre la conveniencia de mantener nuestras posiciones actuales.
- III. Si se es un inversionista en valor, la ventaja competitiva y el crecimiento sostenible del negocio, se privilegiarán. En el momento en que éstos dos se ralenticen, el retorno esperado también lo hará, razón suficiente para deshacerse de esas acciones.
- IV. La sobrevaloración, como tal, no debe ser un aliciente para cerrar posiciones, siempre y cuando la empresa posea la capacidad de aumentar sus ganancias y tasas de crecimiento a través del tiempo.
- V. Cuando abrimos posiciones a través de nuestra plataforma de inversiones es vital programar un stop loss, junto con una alerta de precio, con la finalidad de asegurar una excelente gestión del riesgo.
- VI. La inversión en Bolsa también debe considerarse como una fuente alternativa de ingresos, dicho lo cual, cuando se requiera contar con disponibilidad inmediata de efectivo, será el momento de vender nuestras acciones.
¿Usted, en qué otro momento o circunstancia decide mantener o cerrar una posición en el mercado accionario?