De las películas se aprende y mucho, y si hablamos de finanzas, hay una gran variedad de títulos. Uno de ellos es “Wall Street”, filme producido y dirigido por Oliver Stone y protagonizada por los icónicos Michael Douglas y Charlie Sheen, estrenado en 1987.
Este clásico financiero nos sumerge en la vida de Bud Box, un corredor de bolsa que logra amistarse y trabajar con el multimillonario Gordon Gekko, un ambicioso desmedido y poco escrupuloso que, de mala fe, forjó su fortuna.
Además de las operaciones bursátiles con goce de información privilegiada (por supuesto, ilegales) y el long squeeze de Bluestar, dos cosas que nos enseña la película son el sentimiento de miedo y de codicia, que abundan, en todo momento, en la mente de aquellos que participan en el mercado financiero.
Evidentemente, todo evoluciona al ritmo que avanza la historia. En este ámbito, por ejemplo, se van desarrollando nuevas técnicas y metodologías de inversión; sin embargo, es importante no olvidar que la inversión no es una ciencia.
Por lo mismo, resulta ingenuo y demás frustrante, bajo la perspectiva de analista financiero o inversionista, esperar tener precisión a la hora de fijar una idea de inversión, pues no solamente se enfrenta a factores sistemáticos, sino también y más importante aún al sentimiento de mercado.
El sentimiento de mercado hace referencia a la percepción que tienen los inversionistas con respecto al mercado, el cual generalmente se expresa como «alcista» o «bajista». Así, cuando los alcistas tienen el control, los precios de las acciones van al alza, por el contrario, cuando son los bajistas quienes tienen el control, los precios de las acciones van a capa caída.
A modo de ejemplo, analicemos algunos de los principales indicadores de sentimiento de mercado para comprender la situación actual del mercado.
El Índice VIX o mejor conocido como el índice del miedo, el mejor indicador de volatilidad implícita del S&P 500, en promedio, ha oscilado en los 19.63 puntos; sin embargo, la media de los últimos 3 años ha sido de 24.94 puntos, marcando un claro sesgo alcista (Gráfica 1).
Otra de las estrategias básicas para medir el sentimiento de mercado es combinando una Media Móvil Simple (SMA, por sus siglas en inglés) de 50 días con una de 200 días. Cuando la SMA de menor plazo cruza por encima de su par de mayor plazo, se forma una cruz dorada, significando que el impulso se ha desplazado al alza; hecho que se registró a mitades del 3T20. De manera inversa, cuando la SMA de 50 días cruza por debajo de su par de 200 días, formando una cruz de la muerte, se anticipan precios más bajos; suceso acontecido a finales del 1T20 y a principios del 1T22 (Gráfica 2).
A modo de ejemplo, analicemos algunos de los principales indicadores de sentimiento de mercado para comprender la situación actual del mercado.
El Índice VIX o mejor conocido como el índice del miedo, el mejor indicador de volatilidad implícita del S&P 500, en promedio, ha oscilado en los 19.63 puntos; sin embargo, la media de los últimos 3 años ha sido de 24.94 puntos, marcando un claro sesgo alcista (Gráfica 1).
Otra de las estrategias básicas para medir el sentimiento de mercado es combinando una Media Móvil Simple (SMA, por sus siglas en inglés) de 50 días con una de 200 días. Cuando la SMA de menor plazo cruza por encima de su par de mayor plazo, se forma una cruz dorada, significando que el impulso se ha desplazado al alza; hecho que se registró a mitades del 3T20. De manera inversa, cuando la SMA de 50 días cruza por debajo de su par de 200 días, formando una cruz de la muerte, se anticipan precios más bajos; suceso acontecido a finales del 1T20 y a principios del 1T22 (Gráfica 2).
En este momento, las medias móviles siguen mostrando una apertura un tanto amplia, y, por tanto, no muestran aproximación ni indicios de intersección entre ambas, con lo cual, bajo el uso de estas herramientas, se concluiría que, en el corto plazo, no se vislumbra una reversión alcista.
La Encuesta de Sentimiento del Inversionista de la Asociación Americana de Inversionistas Individuales (AAII, por sus siglas en inglés) es una de las métricas más seguidas por los participantes del mercado financiero para informarse sobre la posible dirección de la Bolsa. Es importante mencionar que esta herramienta, al igual que el índice VIX, es un indicador contrario, significando, por ejemplo, que, cuando el sentimiento de mercado general se interpreta como bajista, periodo en el que los inversionistas suelen comprar opciones de venta con la finalidad de proteger su portafolio de inversión, el ajuste o la corrección ha tocado fondo, y, por lo tanto, sería un buen momento para abrir posiciones largas.
La Encuesta de Sentimiento del Inversionista de la Asociación Americana de Inversionistas Individuales (AAII, por sus siglas en inglés) es una de las métricas más seguidas por los participantes del mercado financiero para informarse sobre la posible dirección de la Bolsa. Es importante mencionar que esta herramienta, al igual que el índice VIX, es un indicador contrario, significando, por ejemplo, que, cuando el sentimiento de mercado general se interpreta como bajista, periodo en el que los inversionistas suelen comprar opciones de venta con la finalidad de proteger su portafolio de inversión, el ajuste o la corrección ha tocado fondo, y, por lo tanto, sería un buen momento para abrir posiciones largas.
Ahora bien, adentrándonos a los datos más recientes de esta encuesta de sentimiento, podemos ver que, tanto el sentimiento alcista como el sentimiento neutral, continúan por debajo de sus respectivos promedios históricos por 46ª y 22ª semanas consecutiva, a correspondencia, al tiempo que se sitúan en niveles inusualmente bajos, en 23.9% y 21.3%, respectivamente. En tanto, el sentimiento bajista se encuentra por 45ª semana consecutiva arriba de su promedio histórico, ubicándose en niveles inusualmente altos, en 54.8% (Gráfica 3).
Los tres indicadores analizados develan que el actual sentimiento de mercado es bajista, avizorando que, en el corto plazo, la Bolsa podría tender a la baja.
Dicho comportamiento no cambiará hasta que las condiciones económicas y sociales muestren una mejoría consistente, en particular el tema inflacionario y la culminación del conflicto bélico en Europa del este.
Dicho comportamiento no cambiará hasta que las condiciones económicas y sociales muestren una mejoría consistente, en particular el tema inflacionario y la culminación del conflicto bélico en Europa del este.
Sin embargo, la codicia, en épocas de miedo generalizado, ha resultado ser nuestro mejor aliado.