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Mejor tarde que nunca

Analice la siguiente ecuación:


Donde:


Hoy, como no hacía en muchas décadas atrás, los inversionistas de antaño y la nueva generación de inversionistas coinciden en algo, se enfrentan a un enorme reto: generar retornos positivos (rendimientos) en un ambiente permeado de alta inflación, elevadas tasas de interés y mucha volatilidad (Figura 1).

Ahora, analice esta otra:


Donde:


Los consumidores, por su parte, lidian todos los días contra un enemigo visible, pero invisible, que, mes contra mes, en el último año y medio, merma, como hacía tiempo atrás no sucedía, su ahorro: la inflación (Figura 2).

Ambas ecuaciones resumen el contexto actual del mercado y la economía. Para fines de este artículo, nos concentraremos en analizar la segunda ecuación, buscando dos cosas: concientizarnos del desenvolvimiento del actual entorno inflacionario, y, desde la perspectiva del consumidor, qué hacer para enfrentarlo.


Al corte del 15 de julio de 2022, el Grupo de los Veinte registra una tasa inflacionaria promedio de 13.53%, del cual destacaría la de México, ubicándose en 7.99%, y, la de Estados Unidos de América, situándose en 9.10%, niveles que se vieron por última vez hace 21 y 40 años, respectivamente (Gráfica 1).


No obstante lo anterior, en las semanas recientes, se ha discutido mucho sobre si verdaderamente nos encontramos presenciando el inicio del fin del superciclo de materias primas que dio comienzo hace casi dos años.

El argumento descansa en el ajuste de 16.93% registrado por el Bloomberg Commodity Index (BCOM), desde su pico más reciente al 15 de julio de 2022, cifra que se contrapone con el avance del orden de 130% que acumuló desde el 18 de marzo de 2020 al 9 de junio de 2022 (Gráfica 2).

Si bien la corrección es sólo de dos dígitos, muchos aluden que ésta tiene mucha significancia, pues, de una u otra manera, repercutirá en la medición de los índices generales de precios, y, por consiguiente, en el impredecible porvenir económico.


Sin embargo, es importante tener una mayor perspectiva sobre el desempeño individual de diversos tipos de materias primas.  

De una lista de 23 commodities, se registra una corrección mensual promedio de -13.27%, siendo la clasificación de materias primas industriales la que más ha descendido, alrededor de -16.62%, mientras que la clasificación de productos energéticos es la que menos, con -8.47%, cifra que hace mucho sentido con el estatus actual de la guerra de Rusia contra Ucrania, específicamente por el posible embargo energético en el Viejo Continente por parte de Rusia como represalia (Tabla 1).

Considerando el riesgo de recesión existente, se concluyen dos cosas: el comportamiento del último mes de las materias primas señala un exceso de oferta, como consecuencia de la disminución de la demanda mundial ante el riesgo creciente de recesión, y, la historia nos muestra que un superciclo de materias primas cesa en periodos de recesión económica.


Dicho lo anterior, en este momento es muy complicado discernir si en las semanas venideras atestiguaremos una bajada generalizada de los precios o si se trata solamente de una fase de distribución.  

Lo único cierto es que es imprescindible estar preparados para hacerle frente a la inflación, particularmente cuando ésta se encuentra bajo control. Es claro que ahora no está bajo control, pero aún estamos a muy buen tiempo de hacerlo, razón por la cual revisaremos algunas ideas atemporales que destacan por fungir como buenas coberturas de nuestras finanzas personales (Tabla 2):

  • I. Si bien los precios aumentan tanto en los supermercados como en los hipermercados, comprar a granel es una excelente forma de protegerse contra nuevos aumentos de los precios

  • II. Por ejemplo, evitar usar el automóvil si se puede llegar de otra forma (ahorrando combustible) o sacrificar 1-2 noches por semana de ir a cenar a su restaurante favorito (compensando otras cuentas por pagar).

  • III. Su presupuesto difiere del de su vecino, por tanto, la inflación general reportada a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) no es consistente con la tasa de inflación personal de su hogar. A razón de ello, es importante comparar los gastos actuales contra los del año anterior con el fin de lograr un mayor entendimiento de cuánto se está gastando, la capacidad de ahorro y el alcance de los objetivos a largo plazo.

La inflación es, por excelencia, un tema complejo (desde el punto de vista social y económico), y, hasta cierto punto, estresante, tanto para inversionistas como para consumidores; sin embargo, tener claro el contexto presente y futuro permitirá tener seguridad, pero sobre todo tranquilidad.

Sé que quizá omití hablar sobre coberturas inflacionarias desde la perspectiva de un inversionista, pero déjeme decirle que usted siempre tendrá mayor control sobre sus finanzas personales que hacia los mercados.

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