La semana pasada en éste, su espacio, exponía que el contexto económico internacional se encuentra inmerso en un episodio complejo y singular, el síndrome post COVID, el cual se caracteriza por la ralentización del proceso de recuperación económica y una consistente espiral inflacionaria, que se derivan principalmente de políticas anticíclicas dispares y una creciente oleada de contagios en diferentes países a razón de los ineficientes y desiguales procesos de inmunización contra COVID-19.
México, por supuesto, no dista de los acontecimientos que suceden más allá de sus fronteras. Con la información disponible más reciente, nos es posible visualizar con una «radiografía» dónde está parada nuestra economía y hacia dónde se dirige.
El desempeño de la economía mexicana medido por el Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre del año fue ajustado hacia la baja, desde -0.2% T/T a -0.4%, quedando, además, por debajo del consenso, de -0.3% T/T, registrando su primer retroceso en el periodo de recuperación pandémico (Gráfica 1). La pregunta es: ¿qué motivó esta caída?
Analizando los sectores económicos nos encontramos con que las actividades primarias son las únicas que ya se encuentran creciendo frente al primer trimestre de 2020, en 3.3%. Las actividades secundarias si bien se ubican por debajo de los niveles registrados en el periodo prepandemia, -1.5% frente al 1T20, desde el tercer cuarto de 2020 han registrado una recuperación consistente frente a los trimestres previos. En tanto, las actividades terciarias, aquellas que albergan al comercio y los servicios, hilan su cuarto trimestre consecutivo de contracciones, en esta ocasión del orden de -0.9% a tasa trimestral, siendo las únicas que se desaceleran respecto al primer cuarto del año pasado, en -2.7% (Gráfica 2).
Al revisar el desempeño del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), podemos ver que, a partir de marzo, la economía comenzó a registrar decrecimientos mensuales, evidenciando que ésta (la economía) desde el tercer trimestre del año no ha logrado consolidar el periodo de recuperación iniciado la segunda mitad de 2020.
El desempeño de la economía mexicana medido por el Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre del año fue ajustado hacia la baja, desde -0.2% T/T a -0.4%, quedando, además, por debajo del consenso, de -0.3% T/T, registrando su primer retroceso en el periodo de recuperación pandémico (Gráfica 1). La pregunta es: ¿qué motivó esta caída?
Analizando los sectores económicos nos encontramos con que las actividades primarias son las únicas que ya se encuentran creciendo frente al primer trimestre de 2020, en 3.3%. Las actividades secundarias si bien se ubican por debajo de los niveles registrados en el periodo prepandemia, -1.5% frente al 1T20, desde el tercer cuarto de 2020 han registrado una recuperación consistente frente a los trimestres previos. En tanto, las actividades terciarias, aquellas que albergan al comercio y los servicios, hilan su cuarto trimestre consecutivo de contracciones, en esta ocasión del orden de -0.9% a tasa trimestral, siendo las únicas que se desaceleran respecto al primer cuarto del año pasado, en -2.7% (Gráfica 2).
Al revisar el desempeño del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), podemos ver que, a partir de marzo, la economía comenzó a registrar decrecimientos mensuales, evidenciando que ésta (la economía) desde el tercer trimestre del año no ha logrado consolidar el periodo de recuperación iniciado la segunda mitad de 2020.
Si desagregamos el IGAE por grupo de actividades, durante el noveno mes de 2021, las actividades secundarias y terciarias no han logrado recuperarse de los niveles precrisis, encontrándose 5% por debajo de éstos, lo cual se explica en su gran mayoría por las intermitencias internas y externas en los procesos de producción como consecuencia de los confinamientos, la persistencia de las fallas en las cadenas de suministro y el impacto de la nueva ley laboral (la figura de subcontratación). Las actividades primarias, a su vez, registraron un crecimiento de 1% frente a los niveles previos a la crisis; sin embargo, su recuperación se ha desacelerado con fuerza desde mayo pasado, cuando avanzó 6.2% (Gráfica 3).
A partir de estos datos, concluimos que la economía mexicana ya no está en la senda de recuperación con la cual inició el año y que el sector servicios es, por mucho, el más débil. Con ello, y tocando el tema de las recientes alzas en los contagios por COVID-19, resultaría sumamente dañino un reconfinamiento en nuestro país, situación que, junto con otras variables (anteriormente mencionadas), indudablemente, perturbaría las expectativas de crecimiento económico que apuntan a que creceremos entre un rango de 5.9% - 6.2% en 2021.
Hasta aquí, la primera radiografía.