El coeficiente de correlación es una de las herramientas estadísticas más poderosas que tiene un financiero, empleándolo para innumerables cosas, desde la elaboración de modelos cuantitativos hasta la gestión de riesgos.
Al 10 de septiembre del presente año, el S&P 500 acumula un balance anual positivo de 18.70%, sumando 54 nuevos máximos históricos; siendo agosto el mes cuanto más se registraron, 12 para ser exacto.
Ahora, si consideramos el mercado alcista secular que comenzó a finales del primer trimestre de 2013, el principal índice bursátil del mercado estadounidense ha marcado 327 nuevos máximos históricos; siendo el 2021, el segundo mejor año, sólo detrás de 2017 (Tabla 1).
¿Cuáles son los sectores que han tenido mayor relación con el avance de la Bolsa? Analicémoslo utilizando el coeficiente de correlación.
El coeficiente de correlación es una métrica que calcula el grado de relación lineal que guardan dos variables. Los valores oscilan entre -1.0 y 1.0; cuán más cercano se sitúe el valor de 1.0 respecto al otro, hay una mayor intensidad de la relación lineal entre ambos, y, viceversa.
En los últimos 3 años, podemos resumir que los sectores de tecnología (XLK), consumo discrecional (XLY), industrial (XLI) y servicios de comunicación (XLC), guardan una mayor correlación con el desempeño del S&P 500. Por otro lado, los sectores de servicios públicos (XLU), energía (XLE), bienes raíces (XLRE) y consumo básico (XLP) tienen una menor correlación con el mercado americano.
Hacia 1 año atrás, los lugares no han cambiado mucho; sin embargo, el grado de correlación sí ha cambiado considerablemente en ambos horizontes temporales.
Con este primer análisis, deducimos que el sector tecnológico y el sector de consumo discrecional se mueven de manera similar a la Bolsa, lo cual no es extraño si tomamos en cuenta el extraordinario desempeño de las acciones tecnológicas desde finales de la década de los 2000’s a raíz de la constante y creciente innovación tecnológica, y, de lado del consumo discrecional, se explicaría, entre otros factores, por el eficiente control inflacionario durante el último quinquenio de los 2010’s.
Para los menos correlacionados, en primer lugar, del energético, el continuo proceso de transformación que ha pasado la industria desde hace varios lustros, aunado a externalidades ajenas al comportamiento del mercado, como lo acontecido en la primera mitad de 2020; el característico desempeño defensivo del sector de servicios públicos y de consumo básico, el cual podemos reafirmar con lo acontecido el año pasado, pues el consumidor seguirá usándolos, dado que son esenciales; de lado del sector de bienes raíces, recordemos que los bienes muebles e inmuebles son considerados activos alternativos, por lo cual, su correlación va en muy poca o nula sintonía con el mercado, mas no con el consumo, finalmente, el sector financiero es uno de los más interesantes y más ahora por el proceso de tapering, así como la pronta normalización de la política monetaria, lo cual podría ser solo una señal de un gran potencial en ese sector, lo dejo sobre la mesa.
No olvide, como siempre, la relatividad de los análisis financieros, ni lo que solía decir aquel novelista francés Edmond Gouncourt, la estadística es la primera de las ciencias inexactas.
Al 10 de septiembre del presente año, el S&P 500 acumula un balance anual positivo de 18.70%, sumando 54 nuevos máximos históricos; siendo agosto el mes cuanto más se registraron, 12 para ser exacto.
Ahora, si consideramos el mercado alcista secular que comenzó a finales del primer trimestre de 2013, el principal índice bursátil del mercado estadounidense ha marcado 327 nuevos máximos históricos; siendo el 2021, el segundo mejor año, sólo detrás de 2017 (Tabla 1).
¿Cuáles son los sectores que han tenido mayor relación con el avance de la Bolsa? Analicémoslo utilizando el coeficiente de correlación.
El coeficiente de correlación es una métrica que calcula el grado de relación lineal que guardan dos variables. Los valores oscilan entre -1.0 y 1.0; cuán más cercano se sitúe el valor de 1.0 respecto al otro, hay una mayor intensidad de la relación lineal entre ambos, y, viceversa.
En los últimos 3 años, podemos resumir que los sectores de tecnología (XLK), consumo discrecional (XLY), industrial (XLI) y servicios de comunicación (XLC), guardan una mayor correlación con el desempeño del S&P 500. Por otro lado, los sectores de servicios públicos (XLU), energía (XLE), bienes raíces (XLRE) y consumo básico (XLP) tienen una menor correlación con el mercado americano.
Hacia 1 año atrás, los lugares no han cambiado mucho; sin embargo, el grado de correlación sí ha cambiado considerablemente en ambos horizontes temporales.
Con este primer análisis, deducimos que el sector tecnológico y el sector de consumo discrecional se mueven de manera similar a la Bolsa, lo cual no es extraño si tomamos en cuenta el extraordinario desempeño de las acciones tecnológicas desde finales de la década de los 2000’s a raíz de la constante y creciente innovación tecnológica, y, de lado del consumo discrecional, se explicaría, entre otros factores, por el eficiente control inflacionario durante el último quinquenio de los 2010’s.
Para los menos correlacionados, en primer lugar, del energético, el continuo proceso de transformación que ha pasado la industria desde hace varios lustros, aunado a externalidades ajenas al comportamiento del mercado, como lo acontecido en la primera mitad de 2020; el característico desempeño defensivo del sector de servicios públicos y de consumo básico, el cual podemos reafirmar con lo acontecido el año pasado, pues el consumidor seguirá usándolos, dado que son esenciales; de lado del sector de bienes raíces, recordemos que los bienes muebles e inmuebles son considerados activos alternativos, por lo cual, su correlación va en muy poca o nula sintonía con el mercado, mas no con el consumo, finalmente, el sector financiero es uno de los más interesantes y más ahora por el proceso de tapering, así como la pronta normalización de la política monetaria, lo cual podría ser solo una señal de un gran potencial en ese sector, lo dejo sobre la mesa.
No olvide, como siempre, la relatividad de los análisis financieros, ni lo que solía decir aquel novelista francés Edmond Gouncourt, la estadística es la primera de las ciencias inexactas.