¿Se vienen más recortes en el gasto público? podría suceder y ello sería algo no muy bien visto por parte de la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador, pues este gobierno arrancó muy lento al restringir el flujo de dinero para hacer obra púbica, luego vino el coronavirus y si a ello ahora sumamos la noticia de que el gobierno ya se terminó “el guardadito” que le dejaron administraciones anteriores las cosas podrían pintarnos mal para lo que resta del sexenio de AMLO, pero ¿en que se gastó ese dinero el gobierno federal?
En el terreno de las finanzas personales siempre es recomendable tener un fondo para emergencias o un “guardadito” precisamente para hacer frente a problemas inesperados e imprevistos, del mismo modo los gobiernos deben cumplir ese principio para tener margen de maniobra y así poder enfrentar asuntos de carácter público, bueno pues el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador ya se acabó esa reserva que era un dinero acumulado de administraciones pasadas.
Se trata de algo llamado “fondo de estabilización de los ingresos presupuestarios” que para efectos prácticos no es otra cosa sino una reserva de dinero de la cual puede echar mano el gobierno federal, y ahora resulta que el Servicio de Administración Tributaria informó en la primera quincena de enero que el balance de 2020 arroja que ya usaron 204 mil 8 millones de pesos de ese fondo y se dispusieron de la siguiente manera:
- En el primer trimestre de 2020, 119 mil millones.
- En el segundo trimestre, 37 mil millones.
- En el tercer trimestre, 47 mil millones.
También se informó que el dinero se usó para el pago de salario a burócratas, para compensar la caída de 297 mil millones de pesos en ingresos en 2020 debido a las pérdidas que dejó la pandemia por coronavirus (principalmente), incluido el gasto para adquirir las vacunas.
Usar ese dinero para el gasto de las vacunas, así como las pérdidas económicas por la pandemia se justifica, incluso hasta usarlo para completar el pago de nóminas de los empleados federales también se entiende debido a que el gobierno dejó de percibir ingresos y no pudo completar sus gastos.
Esta falta de fondos reforzaría la teoría de que el gobierno irá por cobrarle impuestos a PyMes y contribuyentes con discrepancias fiscales porque querrá sacar dinero hasta por debajo de la alfombra porque ya se acabó el “colchón” que le daba maniobrabilidad y seguridad. Además, las empresas que quiebren por la pandemia significan menos ingresos debido a que reducirá la cantidad de pagadores de impuestos, así que ahora la burocracia debe ser buena administrando para que las cuentas le salgan bien en 2021 y para lograrlo tampoco se descartaría que utilicen cambios al fisco..
Si Morena, el partido del presidente, obtiene en estas elecciones la mayoría en la Cámara de Diputados, es muy probable que tengamos una reforma fiscal en 2022, pero si Morena pierde la mayoría en el Congreso se le complicaría obtener cambios en el fisco con los cuales balancear sus cuentas, pues tendría que negociar mucho más con el resto de las fuerzas políticas en un ambiente en donde López Obrador ya estaría en la segunda parte de su gobierno, momento en el que los presidentes en México tienden a debilitarse porque en el ambiente ya se comienza a pensar en el siguiente sexenio y en los próximos que administren el país.